Cierre de listas: los nombres que negocia Somos Buenos Aires

A días del cierre de listas, el espacio “Somos Buenos Aires” avanza contrarreloj con un armado político que mezcla peronismo disidente del Conurbano e históricos del radicalismo del interior bonaerense. La coalición, que busca romper la polarización entre Javier Milei y el kirchnerismo, intenta consolidar una tercera vía en un escenario dominado por nombres pesados y negociaciones al límite.

Entre intendentes y radicales: cómo se estructura el nuevo frente

Con el reloj corriendo hacia el sábado a las 23:59, los referentes de Somos Buenos Aires —una alianza entre el peronismo no kirchnerista y la UCR, junto a partidos como el GEN, la Coalición Cívica y el Socialismo— buscan equilibrio entre peso territorial, proyección electoral y egos personales.

La conformación de listas se realiza a través de una mesa política de siete integrantes. La integran Miguel Fernández y Miguel Bazze (UCR), Manuel Cisneros (espacio Manes), Marcelo Daletto (Diálogo), Romina Braga (Coalición Cívica), Fernando Lauría (Hacemos) y Norberto García (Schiaretti).

En la Tercera sección electoral, todas las miradas apuntan a Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría. Aunque aún no confirmó si encabezará la lista de diputados provinciales, su decisión dependerá del nombre que coloque Fuerza Patria como rival directo. “Si el candidato es del camporismo duro, como Mayra Mendoza, Gray sale a jugar. Si es Verónica Magario, podría replegarse”, explican en su entorno. También se evalúa la candidatura de Pablo Domenichini, presidente de la Convención de Contingencia de la UCR y hombre de peso en esa sección.

Julio Zamora, el otro nombre fuerte del Conurbano

En la Primera sección, el foco está puesto en Julio Zamora. El intendente de Tigre podría ser el candidato a legislador provincial, aunque su entorno aclara: “Solo va a ser candidato si se lo piden todos los sectores y hay acuerdo general”. Su figura creció tras haberle ganado la interna a Malena Galmarini en 2023, y su presencia se considera clave para arrastrar votos en una región adversa a los extremos.

En paralelo, Juan “Juanchi” Zabaleta suena para encabezar la lista local de concejales en Hurlingham, donde mantiene una disputa abierta con el actual jefe comunal, Damián Selci (La Cámpora).

En el interior, la UCR pisa fuerte

El armado de Somos Buenos Aires en el interior está dominado por el radicalismo. Miguel Fernández, presidente del Comité de Contingencia en la Provincia y exintendente de Trenque Lauquen, es número puesto para encabezar la lista de senadores por la Cuarta sección. Su designación generó cortocircuitos con Emilio Monzó durante el cierre de alianzas.

En la Sexta, el lilito Andrés De Leo —con base en Bahía Blanca— se perfila como candidato a diputado provincial, también se habla de Sofía Gambier. La expectativa es lograr al menos dos bancas en esta sección. En la danza de nombres suenan además Gastón Manes por la Segunda, Alfredo Lazzeretti en la Quinta, José Luis Salomón por la Séptima y Pablo Nicoletti por la Octava.

El peso del armado local

Con más de 10 millones de votantes concentrados entre la Primera y la Tercera sección, las listas municipales se convirtieron en terreno clave. Según reconocen desde la mesa de estrategia, el armado local servirá para descomprimir tensiones en las listas seccionales. 

La consigna es clara: que cada jefe comunal o dirigente con base territorial fuerte sea el que arme su lista. Así se estructura un mapa fragmentado, pero con representación real en cada rincón de la provincia.

La Junta Electoral ya reconoció formalmente a “Somos Buenos Aires” como frente, con la participación de más de una decena de partidos. Además de la Unión Cívica Radical, Coalición Cívica-ARI, Partido GEN, Partido Socialista, Hacemos, hay agrupaciones vecinalistas del interior como Acción por Lincoln, Podemos Azul y Proyecto Brown.

El desafío es enorme: captar a los votantes desencantados de los dos polos y construir un mensaje propio que se traduzca en votos reales. Faltan horas para saber si la apuesta por una tercera vía en Buenos Aires será una jugada brillante o solo un intento más por romper una polarización que parece blindada.