Sondeo revela el poder inedito del jefe de Gabinete de Peru, cara de la represion a las protestas

(Por Gonzalo Ruiz Tovar, especial desde Lima) El jefe de Gabinete de Perú, Alberto Otárola, hombre cercano a la presidenta Dina Boluarte y señalado como uno de los impulsores de la represión contra las protestas antigubernamentales, ostenta más poder que quienes a lo largo de la historia han tenido su cargo, de acuerdo a una encuesta realizada entre analistas, periodistas, dirigentes y otras personas que conocen bien el pulso político del país.
“Otárola ha tenido un rol preponderante en el Gobierno. Ha sido muy activo y es prácticamente inamovible porque conoce muy bien aspectos de la vida personal y política de (la presidenta) Dina Boluarte”, le dijo a Télam el politólogo Roger Santa Cruz.
En la Encuesta del Poder, que realiza anualmente la empresa Ipsos entre casi 300 personas que por formación y funciones conocen de cerca lo que pasa en el país, Boluarte y su jefe de gabinete empataron al ser mencionados por el 82% ante la pregunta de quién es el personaje más poderoso del Perú.
Históricamente, el primer lugar lo ocupó quien esté en la jefatura de Estado, y es frecuente que el presidente del Consejo de Ministros quede segundo, pero a diferencia considerable, por lo que el empate ratificó lo que era una sensación extendida.
Otárola, de 56 años, está cerca de Boluarte desde que ella, entonces vicepresidenta y ministra de Inclusión Social, lo contrató como abogado cuando fuerzas de oposición al entonces presidente Pedro Castillo le hicieron acusaciones con el fin explícitamente reconocido de sacarla del camino.
Cuando Boluarte asumió la presidencia tras la destitución de Castillo el 7 de diciembre pasado, lo nombró ministro de Defensa, cargo que ya había ocupado en el gobierno de Ollanta Humala (2011-2016). Como jefe de Gabinete designó a Pedro Angulo, abogado sin experiencia de gobierno al que rápidamente se le criticó su falta de protagonismo.
Muy pronto, entre analistas corrió el rumor de que el titular de Defensa, aprovechando su cercanía personal con la presidenta y su experiencia en gestión gubernamental, se había convertido de hecho en el número dos, relegando a Angulo.
Pasaron apenas dos semanas antes de que la situación se transparentara: Otárola fue nombrado jefe del Gabinete en un momento decisivo en que miles de personas tomaban las calles para exigir elecciones generales inmediatas.
En su nueva función, Otárola fue la cara visible de la respuesta gubernamental a las protestas antigubernamentales tras la destitución de Castillo. De hecho, según el abogado especializado en derechos humanos Carlos Rivera, su futuro judicial está estrechamente ligado al de Boluarte.
En la Fiscalía está abierta una investigación contra ambos por genocidio, homicidio calificado y lesiones graves, aunque se estima que esa causa avanzará solamente cuando no la bloquee la actual fiscal general, Patricia Benavides, a quien se percibe como aliada de ambos.
Para Santa Cruz, el trabajo de Otárola ha sido importante para enfrentar las críticas a un gobierno rechazado por más de 80 % en las encuestas y para mantener la alianza de hecho con el Congreso.
Cuando el hoy jefe de Gabinete apareció por primera vez en política en 2011 al ser designado viceministro del Interior, se le consideró una ficha del entonces congresista Freddy Otárola, su hermano, miembro de la cúpula del Partido Nacionalista Peruano, de Humala.
Ese mismo año pasó a ser ministro de Defensa, pero tuvo que renunciar tres meses después por presiones de la opinión pública, que lo responsabilizó por una operación en que murieron tres policías después de un ataque del narcotráfico.
Poco después, Humala lo puso al frente del organismo estatal que lucha contra el narcotráfico, puesto el que estuvo hasta terminar el período. A partir de ahí y hasta su reaparición con Boluarte, desempeñó su profesión en forma independiente.
Para la oposición, Otárola es uno de los principales impulsores de la represión de las fuerzas de seguridad contra las protestas.
Al igual que Boluarte, el dirigente asegura que las protestas son impulsadas por "terroristas" y otros delincuentes, aunque sin presentar pruebas,
“No nos temblará la mano en poner orden en defensa de los derechos de los peruanos y la estabilidad del país”, dijo la semana pasada en un congreso de empresarios mineros, ante la posibilidad de un rebrote de las manifestaciones.
La jefatura del gabinete ministerial o presidencia del Consejo de Ministros, a cuyo ocupante se conoce popularmente como primer ministro o premier, es determinante en el ordenamiento político del Perú, pues en él recae la responsabilidad de todo cuanto haga el equipo.
El cargo implica proponerle al presidente el nombre de quien debe ocupar cada cartera y liderar u coordinar al equipo. De hecho, si renuncia, es destituido por el Congreso o sale por cualquier razón, todos los ministros están obligados a renunciar.
En ese marco, el jefe del Gabinete ministerial se convierte en un gran articulador de políticas, pero también en el pararrayos sobre el que caen las acciones de la oposición.
La Encuesta del Poder situó como tercer personaje más poderoso, con 52%, a la excandidata presidencial Keiko Fujimori, líder del mayor partido del país, el derechista Fuerza Popular.
Como opositora de Castillo y ahora como virtual aliada de Boluarte, la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori mantiene el protagonismo.
Pero, en concepto de Santa Cruz, lo más preocupante es la aparición en el cuarto puesto de la fiscal Benavides, con 44%, porque sería una muestra de su rol político.
La lista de 10 más poderosos la completan el gobernador del departamento de La Libertad, César Acuña; el presidente del Banco Central, Julio Velarde; el acaudalado empresario Carlos Rodríguez Pastor, el líder de izquierda Vladimir Cerrón, el ministro de Economía, Alex Contreras, y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, en ese orden.
En la Encuesta del Poder se consulta la opinión de analistas políticos y sociales, académicos, empresarios, líderes gremiales y periodistas, los que pueden marcar hasta tres opciones. (Télam)