Entrevista GLP: “Para terminar con la corrupción, primero tenemos que terminar con la impunidad”, dijo Alberto Asseff

El diputado nacional de Juntos por el Cambio , alineado con Patricia Bullrich, y que impulsa un proyecto para que los delitos de corrupción sean imprescriptibles, consideró que este mal “destruye los lazos sociales y la confianza de la

Mundo24 de julio de 2023 Redaccion GLP
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–Diputado, ha presentado recientemente en la Cámara un proyecto de ley para que sean imprescriptibles los delitos por corrupción. ¿Cómo surgió esta iniciativa?

En primer lugar, el proyecto lo habíamos presentado en el año 2020 y había perdido estado parlamentario, porque por dos períodos mantiene esa condición, y en el año ’23 tuvimos que volverlo a presentar. Nosotros entendemos que la Constitución es clarísima en ese sentido de la imprescriptibilidad de este delito, porque lo pone a la par de la violación de los derechos humanos y, además, considera al delito de corrupción traición a la patria. Por lo tanto, no tenemos ninguna duda de que son imprescriptibles, igual que los de lesa humanidad. Y por otro lado, hay jurisprudencia reiterada de diversos tribunales en el sentido de que son delitos imprescriptibles.

Hay una razón, además, de fondo: la corrupción no es solamente una cuestión económica, sino que destruye los lazos sociales, la convivencia, la credibilidad en las instituciones, la confianza de la ciudadanía en sus gobernantes, y todos estos factores conducen a un vaciamiento de la democracia, no solamente de las arcas públicas. Por lo tanto, que la corrupción sea lo que es, un grave delito, imprescriptible, es condición fundamental para que recuperemos la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en la política.

–¿Hay forma de terminar con los delitos por corrupción en la Argentina?

Sí. La forma es terminar con la impunidad. Cuando la impunidad reina, la corrupción se multiplica, porque una es la madre de la otra. Si uno no ataca la impunidad, que es la falta de castigo y la falta de recuperación del daño causado, naturalmente que se abren las compuertas para que la corrupción prospere. Es lo que pasa en la Argentina, que es el reino de la impunidad.

Además, a lo que apunta la imprescriptibilidad del delito de corrupción es no tanto a que algún día los tengamos presos, sino a que algún día, y muy pronto, se recupere lo robado.

–Patricia Bullrich, a quien usted acompaña en la campaña, justamente hace mención a esto: a la necesidad de un orden. ¿El orden también tiene que abarcar o tiene que ir por el fin de estos delitos por corrupción?

Respecto del orden, muchas veces se simplifica el concepto y se cree que se trata de tener calles ordenadas. Eso es fundamental, pero el orden va mucho más allá, es mucho más profundo.

Entrevista realizada por Grupo La Provincia (grupolaprovincia.com)

El orden es poner todo en su lugar, no solamente el orden callejero. El orden es que en un país donde hay abundancia de recursos humanos y naturales no haya tanta escasez y tanta pobreza. El orden es que las aulas estén abiertas enseñando y no desiertas porque recurrentemente hay huelgas. El orden es que tengamos un sistema de salud acorde con el presupuesto que le dedicamos, tanto público como privado. El orden es que se pueda caminar tranquilo por las calles, ni siquiera paseando, sino para ir al trabajo. El orden es que haya, justamente, trabajo. El orden es que no tengamos 400.000 millones de dólares fuera del circuito bancario, financiero y económico que es tenencia de los argentinos mientras estamos penando porque no tenemos dólares. El orden es que un país que tiene abundancia no tenga tanta escasez.

El orden es integral. Y poner las cosas en orden es poner las cosas en su lugar. Y el orden es que haya justicia, incluso social.

–Y en este contexto, ¿cómo avanza la campaña de Patricia Bullrich en la provincia de Buenos Aires? Usted recientemente la estuvo acompañando, por ejemplo, en Pinamar. ¿Qué percepciones recibe de la ciudadanía?

Yo vengo acompañándola a Patricia desde hace más de dos años y medio. Y ella se ha ido desplazando por la provincia de Buenos Aires y por otros lugares del país desde hace mucho tiempo. Y la verdad es que veo que crece cada vez más el entusiasmo, no solamente por la cantidad de gente, sino por los mensajes que ella recibe. Y además, lo que más quiero destacar es cómo ha ido redondeando su mensaje Patricia, donde explica eso de todo o nada, donde explica qué es el orden, donde explica que las necesidades y la quita de derechos la estamos sufriendo ahora, porque a nosotros nos quitan la posibilidad de trabajar (porque no hay trabajo), a nosotros nos quitan la posibilidad de estudiar (porque muchas veces no tenemos clases), a nosotros nos quitan la posibilidad de tener un ingreso digno (porque la inflación carcome los salarios y los ingresos).

Es decir que no es que vamos a quitar derechos para hacer la reforma. Uno de los objetivos que tiene la reforma es devolver derechos, pero genuinamente. Entonces, en esas explicaciones la gente ha entendido que Patricia es una opción superadora frente a otras que quizás podríamos calificar de “más de lo mismo”. Y por otro lado, Patricia explicó muy bien que todo o nada es: o hay reformas o no hay nada.

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