¿LA SEMANA? BÁRBARO

En esta segunda parte de una nota con Grupo La Provincia, el politólogo Julio Bárbaro siguió analizando las figuras y los hechos más destacados de la semana, como el nuevo ministro nacional de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y la

Videos - Entrevistas22 de noviembre de 2020 Redaccion GLP
En esta segunda parte de una nota con Grupo La Provincia, el referente peronista, politólogo y escritor Julio Bárbaro, siguió analizando las figuras y los hechos más destacados de la semana, como el nuevo ministro nacional de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y la carta que enviaron senadores nacionales del Frente de Todos al Fondo Monetario Internacional.

Teniendo en cuenta que los funcionarios del gobierno destacan la militancia como algo muy importante, para usted como dirigente de tantos años, ¿cuál es la figura de un militante peronista?

Yo escribí hace muchos años una nota, en realidad se la dicté a Gabriela Cerruti, que me trajo muchas consecuencias, cuyo título era “El fin del Militante”, el militante es el que vive en la víspera de un mundo mejor, es el que eligió el heroísmo frente al pragmatismo, es el soñador, es aquel que entrega su sacrificio.

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Hay una película hermosa de Mario Monicelli, Los Compañeros, con Marcello Mastroianni, el militante era aquel que transitaba entre otras cosas su esfuerzo, sacrificio y su paridad económica con los pobres, el militante es al amor lo que la prostitución es al empleado público o al burócrata, ese buen militante que vivía en la víspera del mundo mejor, que yo lo fui, tenía un solo pantalón y me quedaba en casa cuando lo lavaba hasta que se seque, así llegué a diputado trabajando en el Abasto de taxista, porque habíamos elegido acompañar al pueblo en su sacrificio y en su lucha.

Cuando vos ves que viven en Puerto Madero, cuando los ves a los tipos en sus coches, decís “¿dónde militan?” yo me acuerdo un amigo que siempre que me paraba, me decía “¿ahorraste?”, y yo le decía “¡jamás!”, y con el coincidíamos en una cosa que era nunca ahorrar, no éramos pobres, pero teníamos una idea de que el orgullo, el valor de persona está en tu inteligencia y tu conducta, no en tu cuenta bancaria, ese hecho daba el militante, y no hay más militantes porque no hay más una causa noble.

¿No le reconoce al kirchnerismo haber formado durante todos estos años una gran cartera de cuadros políticos?

El fanatismo es otra cosa, militante es un transeúnte de la nobleza, la humanidad tiene fanáticos de todo tipo, que se enceguecer a partir de los beneficios que les da una causa, (Juan Domingo) Perón veía “Las vidas paralelas” de Plutarco, y (Néstor) Kirchner fue mi amigo, ya está, puedo ser respetuoso con su memoria, pero no admirador de su conducta.

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¿LA SEMANA? BÁRBARO. PARTE I

¿Qué opina de la carta del bloque de senadores del Frente de Todos al Fondo Monetario Internacional?

Tiene un valor importante, le dice al Fondo “cuando el otro coincidía con vos, le tiraste una masa de plata para ver si lo salvabas", yo hubiera dicho lo mismo, no me vengan con el cuento.

Se corrían a la derecha, se abrazaron los dos, se prestaron guita, y la deuda es de todos. Ya lo inició José Alfredo Martínez de Hoz esto, ponían un banco en cada esquina, si el banco ganaba, se la llevaban, y si perdían, venía (Domingo) Cavallo y decía “la deuda es de los argentinos”. Es una historia vieja, que las ganancias son de ellos y las deudas son de todos, es el socialismo de los buitres.

¿Qué opina del nuevo ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat?

No sé, no me animo a clasificarlo. Fui amigo de su padre, era un militante de farmacia, yo fui amigo de los padres y no de los hijos, fui amigo del padre de (Horacio) Rodríguez Larreta, y con él no me saludo.

(Ferraresi) expresa un kirchnerismo, y el kirchnerismo no es una causa noble, es una causa sin ideas y con mucho pragmatismo, atada al poder y al logro del poder.

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El peronismo duró 18 años de llano, yo trabajaba para el mercado del Abasto y ponía para la vuelta de Perón, cuando nos fuimos al exilio no teníamos para comer y éramos diputados nacionales.

El cristinismo es una variante de la riqueza, el pragmatismo de los enriquecidos, la Argentina es una lucha entre dos minorías elegantes que se discuten los negocios, ninguna de las dos expresa a los humildes, esto es así ni Cristina (Fernández) ni (Mauricio) Macri.

¿Estamos preparados como sociedad para un movimiento que no exprese posturas radicales?

Sí, claro. Es imprescindible que lo hagamos, lo estamos necesitando. Ahora, en las sociedades como en los hombres, las necesidades a veces te las marca el psicoanalista. La Argentina no pidió hasta el momento una alternativa superadora del kirchnerismo y del macrismo.

Intentamos con (Roberto) Lavagna que fue un desastre, un dolor y una frustración, y ahora hay algunos que tienden al centro, pero todavía no han logrado ponerle fuerza a eso, hay mucha dependencia de los cargos y el dinero. A los pocos intelectuales que tienen Argentina nadie los escucha, Eduardo Fidanza, Jorge Sarghini.

Pero acá nadie habla de la concentración económica, es un tema del cual no se puede hablar, es el daño real. Aparece Javier Milei, Jose Luis Espert, hablando de los impuestos y las leyes laborales, se quedaron con la luz, el gas, los teléfonos, no se puede pensar las sociedades de los negocios de los ricos, Milei y Espert son la expresión del pensamiento bancario, también (Miguel Ángel) Pichetto, los bancos generan un pensamiento para el consumidor.

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Pichetto, Milei y Espert dicen que el problema son los impuestos, pero no es el impuesto a los ricos el que hay que tocar, es la concepción de la sociedad, donde lo único que le dejaste a los humildes es la verdulería y le quitaste hasta los bares, le sacaste los almacenes por los supermercados, le sacaste la farmacia con Farmacity, le sacaste los bares con Starbucks, le sacaste los restaurantes, le va sacando todo.

El otro día me pasó una cosa durísima, armamos una cena donde había dos periodistas interesantes, de los exitosos, y nos dijeron “no podemos comer en ese restaurante porque nuestro nivel económico no nos permite”. El periodista que gana 80 mil pesos, hoy es exitoso, pero no se puede sentar al mismo restaurante que antes de Macri, se sentaba sin ningún problema.

De este nuevo corte de la sociedad no se habla, porque esa es la herida real, de esa tampoco habla Alberto, que está del lado de Puerto Madero, entonces te habla del aborto, no de la distribución, porque el aborto le toca otro, la distribución le toca a él.

¿Usted cree que con el debate por el Aporte de las Grandes Fortunas no se está hablando de la distribución?

No, la distribución es reformular la sociedad, no pelearse el rico A, contra el rico B, en el fondo, los marxistas ricos contra los liberales ricos, es un debate entre dos extranjeros.

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En el final de la unión soviética salió un libro que se llamaba “La Nomenclatura”, que era la estructura burocrática que se había comido al comunismo; en la Argentina hay una nomenclatura que abarca el macrismo y el kirchnerismo, en los cuales personajes como Pichetto son los próceres, estuvieron prendidos a la teta de Carlos Menem, de Néstor Kirchner, de Cristina y de Macri.

Usted quedó enojado porque Pichetto fue a la marcha por el Día del Militante…

No, me parece que hay ridículos del que no se vuelve, y hay conciencia que hay que tener. Por eso, yo digo, a mí me gusta Lilita Carrió, y no estoy con ella pero le respeto su dignidad, dijo “no voy más” y se corrió, sin dignidad no hay política, tampoco hay vida.
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