Confirman la prision para el comerciante acusado de haber abusado de una joven en Balvanera

La Cámara Nacional de Casación confirmó la prisión preventiva de Irineo Humberto Garzón Martínez, el comerciante acusado de haber abusado sexualmente de una joven venezolana de 18 años en un local del barrio porteño de Balvanera, informaron hoy fuentes judiciales.
En un fallo al que Télam tuvo acceso, la Sala de Turno de Casación declaró "inadmisible" el recurso interpuesto por la defensa del imputado y convalidó lo decidido por la Sala I de la Cámara de Apelaciones del 11 de febrero.
En esa ocasión, los jueces Jorge Luis Rimondi y Pablo Guillermo Lucero revocaron el punto de la resolución de la jueza de instrucción Karina Zucconi, quien había dictado el procesamiento del imputado pero sin prisión preventiva.
La misma Sala de la Cámara, pero con la jueza Magdalena Laiño como tercer integrante, había revocado una semana antes la excarcelación otorgada por Zucconi y en esa oportunidad Rimondi votó a favor de mantener la libertad del comerciante.
La fiscal de Instrucción Silvana Russi y la querella, a cargo del abogado Pablo Baqué, habían apelado el fallo del 27 de enero último en el que la magistrada procesó a Garzón Martínez (35) pero lo dejó en libertad hasta tanto resolviera la Cámara.
A partir de la resolución de los camaristas, Garzón Martínez fue detenido el 4 de febrero y una semana después fue procesado con prisión preventiva, la cual fue confirmada esta semana por el juez Horacio Días.
El hecho que se le imputa al comerciante ocurrió el pasado 23 de enero, cuando la denunciante fue citada para realizar una entrevista laboral que había coordinado días antes por la red social Facebook, tras lo cual el acusado le pidió cenar el viernes para así "poder hablar sobre el trabajo", propuesta que fue rechazada por la joven, quien finalmente se presentó el sábado por la mañana en el local de la calle Paso 693.
Según el relato de la denunciante, durante la jornada de trabajo el acusado le ofreció varias veces una bebida hasta que finalmente la chica aceptó tomar un vaso de agua y, tras beberlo, comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su madre explicándole la situación.
"Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada", expresó la joven en el mensaje que le envió por WhatsApp y agregó la dirección en donde estaba.
Cuando la policía ingresó al local encontró a la joven en el fondo del comercio y el acusado estaba vistiéndola y poniéndole los pantalones.
Luego, en su declaración, Garzón Martínez negó los cargos ante la Justicia, acusó a la denunciante de mentirosa y dijo que tuvo relaciones consentidas y que ella se le ofreció sexualmente. (Télam)