Tucumán: “El gobierno de Manzur y Jaldo es de hambre y miseria”

A lo largo de los siete años de gobierno de esa dupla, la provincia registró “más desocupación, más trabajo precario, más pobreza y casi nulas obras públicas”, en tanto que el sistema de salud registra mejoras edilicias pero faltan médicos

Política07 de marzo de 2023 Redaccion GLP
Juan Manzur volvió recientemente a hacerse cargo del gobierno de la provincia de Tucumán, luego de oficiar durante más de un año como jefe del gabinete nacional. Este año, la gobernación volverá a disputarse en las elecciones generales de octubre. Los críticos de la gestión de Manzur y Jaldo, el vicegobernador, que quedó a cargo de la provincia durante el período de licencia de Manzur, apuntan a la “miseria” y las “nulas obras públicas” como algunas de las falencias registradas en los últimos años.

Martín Correa, precandidato a gobernador de la provincia por el Partido Obrero, dialogó con GRUPOLAPROVINCIA.COM sobre el panorama que atraviesa la provincia, que describió como de “decadencia total”.

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–¿Qué fue lo que lo motivó a presentarse como precandidato a gobernador en las próximas elecciones?

La principal motivación es poder presentar una alternativa política en la provincia. Vos fijate que aquí en Tucumán gobierna el peronismo desde hace treinta años. Si se quiere, desde la vuelta de la democracia, salvo cuatro años que gobernó el bussismo en la provincia, el resto de los años los gobernó el peronismo. Y la verdad es que si uno se pone a ver, a repasar los últimos cuarenta años para Tucumán, lo único que puede ver es una decadencia total. Más miseria, más desocupación, más trabajo precario, más pobreza, prácticamente nulas obras públicas... es decir, un gobierno que no ha hecho más que hundir a la provincia de Tucumán en mayor pobreza. Entonces, por supuesto, entendemos desde el PO y desde el Frente de Izquierda que hay que construir una alternativa política en la provincia, porque esto no puede seguir.

–Específicamente, remitiéndonos a lo que es el gobierno de Juan Manzur y de Osvaldo Jaldo, ¿qué análisis puede hacer de esta gestión?

Bueno, yo creo que el balance hay que hacerlo no sólo desde el gobierno de Manzur y Jaldo, sino desde mucho más atrás. Vos fijate que Juan Manzur fue el presidente de la Convención Constituyente que se realizó en la provincia para reformar la Constitución hace ya unos veinte años. Cuando reformaron la Constitución, nos dijeron que todas las reformas iban a ser en el sentido de dar mayores soluciones a los problemas que tienen los tucumanos. Y esto no sucedió. Durante el gobierno de Alperovich, Manzur ocupó distintos cargos. Jaldo ocupa cargos en la provincia, desde que fue concejal del municipio de Trancas, desde hace más de treinta años también. Tanto Manzur como Jaldo como Alperovich, y los que vinieron por detrás, pero digo estos tres para hacer un corte, han sido parte del mismo gobierno. Entonces, creo que hay que analizarlos en conjunto.

El gobernador Manzur, el otro día, en su discurso de inicio de sesiones en la Legislatura, dijo que en la provincia, durante el año 2022, se habían construido 2000 casas. Y ese era el gran logro: 2000 viviendas. En una provincia donde viven 1.700.000 habitantes, este gobernador considera que construir 2000 casas es un gran logro. A mí me parece que es una vergüenza, con el déficit habitacional que hay en la provincia, que sea un logro construir 2000 casas. Entonces, el balance que hacemos, por supuesto, es muy malo. Ha aumentado la desocupación; el trabajo precario en la provincia es una cosa terrible. Todo aquel al que le toca trabajar en el citrus, en la caña de azúcar o en el comercio, sabe que todos los trabajos son en negro, con salarios malísimos, con la imposibilidad después, por supuesto, de jubilarse, porque no hay aportes. Entonces, el balance que hacemos del gobierno de Manzur y Jaldo la verdad que es muy malo.

–Ustedes desde el PO recorren permanentemente los barrios. Me gustaría conocer la situación de la salud en la provincia. ¿Cómo funciona el sistema sanitario hoy en día en Tucumán?

El sistema sanitario en la provincia tiene dos aristas importantes. La primera, de la cual el gobierno se ufana, es haber construido más hospitales, haber refaccionado los centros de atención primaria de la salud (CAPS), haber puesto más plata en todo ese sentido. Lo cierto es que en los últimos veinte, treinta años se construyó sólo un hospital de importancia en la provincia y que el resto han sido refacciones a centros asistenciales menores. Ahora bien, la segunda arista es que cuando uno construye un hospital o refacciona un centro de atención primaria, después hay que dotarlo de personal, hay que dotarlo de elementos. Y en la provincia eso es escasísimo. Los médicos especialistas, salvo en los grandes hospitales, no existen. Es decir, si una persona que vive a cuarenta, cincuenta kilómetros de un hospital importante se tiene que hacer tratar por un especialista, no tiene ninguna posibilidad. No hay especialistas en los CAPS, simplemente hay médicos generalistas.

Martín Correa.

El tercer problema, a todo esto, es que los salarios de los trabajadores de la salud son malísimos. Un médico que recién se inicia (digo un médico; ni siquiera personal administrativo, o enfermeros, que cobran menos) está cobrando 120.000 pesos por una jornada de seis horas diarias. Eso es lo que cobran cuando ingresan. Usted se da cuenta de que 120.000 pesos es un salario con el cual nadie puede subsistir. Ahora, por supuesto, ha habido aumentos, hay una paritaria en curso, en fin. Pero los salarios se van a llevar a 150.000, 160.000 pesos, dentro de tres, cuatro meses. En ese sentido, nuestro gobierno tiene muy abandonada a la gente de la salud, que, como ellos mismos dicen, son los que le han puesto el cuerpo a la pandemia, que no es poca cosa.

–Usted hace un análisis muy crudo de la realidad social que viven los tucumanos. ¿Hay hambre, hay miseria en la provincia?

Sí, yo estoy convencido de que sí. Todos los índices oficiales hablan de entre un 40 y 45% de pobreza a nivel nacional. Yo creo que eso, en los barrios carenciados de Tucumán, es muy poco. En los barrios marginales, donde vive la clase trabajadora, donde viven los desocupados, la pobreza debe superar el 50%. Y entre los menores, ni hablemos.

Mirá, uno de los grandes problemas que tiene esta provincia es que prácticamente no hay trabajo. Porque no se ha creado trabajo en la provincia. Vos pensá en un chico o una chica que termina la secundaria, que tiene 17, 18 años. Acá en esta provincia no tiene muchas variantes para conseguir trabajo. O va al limón, a recoger limones, que es en negro; o va a la caña de azúcar, que es un trabajo temporal de cuatro, cinco meses; o al comercio. Las chicas en muchos casos se contratan como empleadas domésticas. Todo trabajo en negro. Y después no hay nada más en la provincia. Es muy difícil conseguir trabajo y a la par viene todo lo asociado a eso, que es que es muy difícil subsistir, que aumenta la pobreza, la miseria: todos los males alrededor de la falta de trabajo, que es uno de los principales problemas.

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