Argentina y España, unidas en una nueva aventura del Raton Perez

El director argentino Juan Pablo Buscarini acredita una carrera con producciones que son imaginadas para el mercado internacional, y suelen identificarse por el uso inteligente de la animación y los efectos especiales, como ahora ocurre nuevamente con "El Ratón Pérez y los guardianes del Libro Mágico", estreno de esta semana.
La nueva propuesta del autor de "El arca" y "El inventor de juegos", mezcla personajes virtuales y marionetas con actores, cuenta la historia de Mar, una niña que ama los libros de cuentos, pero que descubre a un malvado que quiere destruir el mundo de la fantasía y por eso emprende una aventura con sus amigos para evitarlo.
El elenco incluye a Clara Chiorazzo, Bruno Oro, Sebastián Blanco, Clara Alonso, Pablo Carbonell,y Tomás Pozzi, que siguen el guión escrito por Gorka Magallón y Daniel García Rodríguez.
Télam: ¿Cómo nace esta coproducción entre Argentina y España?
Juan Pablo Buscarini : La primera entrega, si bien nació en Argentina en 2006, también fue una coproducción por la necesidad de contar con los efectos especiales necesarios. Fue un éxito en los dos países y en España ganó un Goya en 2007. Esta segunda, al revés, nació en España, a propuesta de Televisión Española que desde hace más de una década tiene a Los Lunnis, un grupo de adorables muppets, personajes emblemáticos para público infantil, y consideraban que merecían una película de calidad y trascendencia.
T: ¿Cuándo fue eso?
JPB: En los últimos días de 2017 recibí la propuesta para dirigirla y me pareció muy interesante. Además propuse una coproducción entre ambos países, es decir entre TVE y Pampa Films. El guión español implicaba enormes desafíos de postproducción digital y combinar en pantalla actores de carne y hueso con marionetas, y personajes creados en animación 3D, todos durante dos tercios de la trama, en un mundo fantástico. De allí la unión con nuestra productora y otras empresas nacionales, aportando mucho talento.
T: ¿Cómo encarás el tema de la imaginación con el uso de efectos especiales?
JPB: Justamente, creo que el uso de los VFX digitales, personajes generados por computadora, fantásticos o hiperrealistas, y los escenarios virtuales, son las herramientas que los realizadores de cine, y muy especialmente los de cine infantil, disponemos hoy para que los desafíos, incluso los desbordes imaginativos de los autores, lleguen a plasmarse en pantalla.
-T: Antes lo técnico era un obstáculo...
-JPB: Algo muy simple en un relato, como decir que a Pinocho le crece la nariz cada vez que miente, si hay que mostrarlo en imagen, es hoy mucho más fácil, a partir de un efecto digital con una composición de una nariz hiperrealista, pero en verdad hecha por computadora. Pero no hay que poner el carro delante del caballo, primero debe surgir una historia fantástica atractiva, de calidad, y luego debe pensarse en los efectos digitales como herramienta. Si es a la inversa, tenemos ese tipo de productos sin alma, sólo cataratas de efectos.
-T: Hacer películas para chicos siempre es un desafío...
-JPB: Es realmente difícil. Un desafío particular porque los que estamos detrás del proyecto y de la cámara, ya no somos chicos ni millenials, como el publico actual, con una infancia muy diferente en múltiples aspectos a la nuestra, y saber hablarles, atraerlos, emocionarlos, hacerlos reír, en definitiva generar algo que disfruten, es doblemente desafiante. Un guionista y un director de una comedia para adultos presume que si hay un gag que al filmarlo hace reír a los que están en el set, también haría reír al público. Cuando uno hace algo para niños, la incertidumbre es más importante.
T: ¿Cuáles son tus proyectos?
JPB: En las dos ultimas décadas vengo trabajando como director, y también productor de otros. Tengo en carpeta dos proyectos de series de TV, y una película, que si bien tienen un enfoque de audiencia global, tienen escenarios latinoamericanos, con personajes muy enraizados en nuestra original y atractiva cultura. Es un desafío alto, pero generar contenidos con identidad latina pero difusión internacional, es lo que hoy más me tienta. (Télam)