El EZLN cerro sus municipios por el completo caos en la region

El zapatismo surgido en el estado Chiapas, en el sur de México, cerca de la frontera con Guatemala, el 1 de enero de 1994, anunció hoy el cierre de sus 16 “caracoles”, una suerte de municipios autónomos regidos por usos y costumbres ancestrales, debido al “completo caos” en el que se desarrollaban.
Estas formas de organización comunitaria le daban a una región del noreste de Chiapas cierta independencia y permitían aplicar modelos de organización al margen del control del Estado, pero al mismo tiempo, según algunos analistas, prolongaban el atraso económico que vive la zona desde hace siglos.
En un comunicado, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) advirtió que las circunstancias imperantes en Chiapas, donde prevalece "un completo caos", con "presidencias municipales ocupadas por lo que llamamos 'sicarios legales' o 'crimen desorganizado'" obligaron a suprimir los municipios autónomos”.
"Hay bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso (extorsión), reclutamiento forzado, balaceras", señaló el subcomandante insurgente Moisés, en el texto que firmó a nombre del EZLN.
La organización rebelde atribuyó el cuadro al "padrinazgo del gobierno del Estado", bajo el control del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al que pertenece el presidente Andrés Manuel López Obrador y "la disputa por los cargos que están en proceso".
"No son propuestas políticas las que se enfrentan, sino sociedades criminales"; añadió el texto, que avisó que "todos los cargos, representaciones y acuerdos" bajo el sello de Municipio Autónomo Rebelde Zapatista "son inválidos a partir de este momento".
Moisés señaló que los caracoles "se mantienen" pero dijo que el proceso se inició hace tres años y ofreció ir explicando en el futuro "cómo es y cómo se ha ido gestando la nueva estructura de la autonomía zapatista".
El dirigente indicó que las principales ciudades de influencia del EZLN como San Cristóbal de las Casas, Comitán, Las Margaritas y Palenque "están en manos de uno de los cárteles del crimen desorganizado y en disputa con otro", en referencia a la pelea entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
"Esto es constatado por la llamada industria hotelera, turística, restaurantera y de servicios. Quienes trabajan en estos lugares lo saben y no lo han denunciado porque están amenazados y, además, saben que es inútil cualquier petición, porque las autoridades estatales y municipales son las que delinquen", afirmó, según la agencia Ansa.
Según Moisés, en las comunidades rurales de Chiapas "el problema es más grave aún" y "eso lo gritan quienes las habitan en todas las regiones" del estado, "particularmente en toda la franja fronteriza con Guatemala". (Télam)