Alessia Chiesa: Es una historia de niños y que pasa cuando el tiempo pasa

Alessia Chiesa, autora de un puñado de cortometrajes, revelo que creo su largometraje debut "El dia que resistia" en base a experiencias que tuvo en la infancia en una quinta con sus hermanos y que tomo como "desafio" para el film "trabajar con

D-Interés05 de febrero de 2019 Agencia Télam
Alessia Chiesa, autora de un puñado de cortometrajes, reveló que creó su largometraje debut "El día que resistía" en base a experiencias que tuvo en la infancia en una quinta con sus hermanos y que tomó como "desafío" para el film "trabajar con niños que no fuesen profesionales" para explorar su "comportamiento que es muy difícil de capturar en la pantalla".
La película, que participó en el último Festival de Cine de Mar del Plata y se estrenará el domingo en el Malba, relata la historia de tres hermanos, niños que de buenas a primeras se quedan completamente aislados y solos en una quinta sin saber qué es lo que ocurrió, una situación que pega un giro a lo fantástico, que angustia por lo imprevisible.
A continuación, la entrevista con Télam.
-Telam: ¿Como surgió la idea?
-Alessia Chiesa: La idea apareció con algunas notas que empecé a escribir acerca de unas experiencias que tuve cuando era chica en una quinta con mis hermanos, y de esas imágenes surgió el desafío de hacer una a película con chicos. Fue una cosa muy intuitiva de empezar a hacer eso. No lo planee mucho, y después llegó el momento de la decisión, si quería efectivamente hacer una película con chicos.
-T: Dicen que hacer una película con chicos es difícil...
-AC: Lo primero que me vino a la cabeza fue un "no", y que tenía que escribir otra cosa pero la realidad era que estaba muy enganchada y recapacité que quizás podía ser un desafío en sí mismo hacer una película con chicos. Si ese era el foco del trabajo y del desafío era de alguna manera abordable. Trabajar con niños en una sola locación, y que no fuesen profesionales. Esas preguntas que me hice me dieron ganas de avanzar y de explorar ese comportamiento que es muy difícil capturar en la pantalla.
-T: En el cine todo parece menos improvisado...
-AC: La parafernalia del cine te endurece las cosas. Hay mucho que controlar, hay que decir tal o cual cosa porque sino no hay historia. Esa es la idea con la que uno crece estudiando cine. Era de alguna forma ir contra los preconceptos de la historia del cine. Mi idea era romper con esas cosas.
-T: Un doble desafío: trabajar con chicos con unas pocas líneas de guión y el lenguaje cinematográfico...
-AC: No sé cómo lo viví en el momento. Lo más duro del trabajo previo fue para mí investigar acerca de los chicos, convivir con ellos y tratar de que el rodaje se pueda adaptar a su propia dinámica, ir proponiendo una historia de la película porque era importante qué hubiera un guión , pero a la vez conservar cierta flexibilidad a la hora de los planos, cuántas luces se necesitan, que tiene realmente que pasar o no en la escena.
-T: ¿Cómo fue la selección de los chicos?
-AC: Un anticasting. Cortito pero con mucha preparación previa. Hicimos talleres con chicos, con la idea de que no se convirtieran exactamente en actores, que hubiesen dado exactamente lo contrario a lo que buscábamos. Lo primero que hicimos es decirle a los padres que no les dijeran que era un casting, sino que venían a jugar y que si la pasaban bien eso era lo que podía pasar en la película.
-T: ¿Cómo se materializó?
-AC: En un día intensivo hicimos cuatro talleres con unos 100 chicos y un segundo con otros 20, todo en forma muy experimental. Lo más importante era que se generará una dinámica entre los tres protagonistas. Nunca hubiese imaginado que verían tan fotogénicos ni que fuesen tan hermanos como finalmente aparecen en la película.
-T: La historia discurre como un fundido a negro en el que todo se va creciendo y ya no hay como una posible vuelta atrás...
-AC: Si algo de eso ocurre pero no es necesariamente que se va oscureciendo sino que las cosas se muestran de otro lado. El guión acompaña con la idea de la ausencia, de qué pasa en la realidad concretamente con estos niños cuando el tiempo pasa.
-T: Pero la historia va más allá...
-AC: Eso se vuelve un desafío para los chicos qué se preguntan "qué hacemos frente a esto". La película propone como el tiempo avasalla si la ausencia no se termina. Pero el lado más luminoso es que los chicos siguen adelante. No creo que el desenlace sea oscuro sino que hay una esperanza. Dicen que a veces la oscuridad es hermana de la luz. (Télam)
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