Donde las imagenes recobran la materialidad: vuelve el Festival de Libros de Fotografia

Con mas de 300 libros de autores argentinos y de otros paises, conferencias, talleres y premios se desarrolla desde hoy hasta el 12 de noviembre la edicion 18 del Festival de Libros de Fotografia y Arte Grafico en Buenos Aires que, por

D-Interés09 de noviembre de 2023 Agencia Télam
Con más de 300 libros de autores argentinos y de otros países, conferencias, talleres y premios se desarrolla desde hoy hasta el 12 de noviembre la edición 18 del Festival de Libros de Fotografía y Arte Gráfico (Felifa) en Buenos Aires que, por primera vez, tendrá lugar en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en un evento que convoca fotógrafos, editores, diseñadores, artistas y público general.
Fundado en el año 2002, Felilfa ya lleva realizadas 17 ediciones en Buenos Aires y 13 en otras ciudades de Argentina y de países de Latinoamérica, en las cuales participaron los principales actores de la fotografía y el mercado editorial, convirtiendo este Festival en un espacio de referencia para toda la región.
"Es realmente un panorama del libro de fotografía hoy en el mundo, pero principalmente en Latinoamérica. Lo que se está produciendo en la región, las temáticas, las formas de abordar, las formas de producir, los materiales que se utilizan, desde fotocopias A4 hasta libros hechos con lo que vale un departamento. Hay de todo", cuenta en una entrevista con Télam Martín Estol, uno de los organizadores de Felifa.
El encuentro busca dar una idea del estado de la producción editorial en torno a los libros de fotografía e imágenes: realizar un aporte a la idea de libro como dispositivo de circulación de ideas y expresiones, de construcción visual, el archivo vivo de la cultura, fomentando la difusión y visualización de los libros producidos durante el festival.
"Siempre hay variedad pero creo que lo que caracteriza a los libros de fotografía de América latina es que permea mucho la coyuntura. Hay libros sobre historias familiares, sobre archivos apropiados, encontrados, libros de ficción, pero en proporción en la región hay una presencia fuerte del libro como un espacio para visibilizar problemáticas, como un espacio de resistencia, de lucha", desgrana Estol.
Las diferentes secciones del festival invitan al espectador a revisar las producciones editoriales recientes y los proyectos en desarrollo por artistas visuales y fotógrafxs de la región, sus procesos creativos vinculados al libro y el marco o contexto histórico en el que se inscribe esta producción.
Ya son casi dos décadas desde el nacimiento de Felifa, por lo que el festival fue funcionando como caja de resonancia de los debates alrededor de la fotografía: "Mirá, cambió un montón -expresa Estol-. Antes era la Feria del Libro de Fotografía de Autor; ahora se habla de fotolibros. Y hoy hablar solo de 'autor' está completamente cuestionado. Pasó mucho tiempo, en los primeros años era más como una laboratorio, un espacio donde la mayoría de los libros que habían eran ejemplares únicos, artesanales hechos por sus autores. No había la posibilidad en ese entonces, en el año 2002, de tiradas cortas o pequeñas".
Para Estol, con el paso del tiempo y el avance de la digitalización, "empezó a existir la posibilidad técnica de hacer libros con un acabado como industrial. Se armó un mercado posible, chiquito pero posible".
Y a nivel mundial, analiza, "también el fotolibro empezó a instalarse como una forma cabal de hacer proyectos fotográficos y después los proyectos fotográficos empezaron a apropiarse del libro, o sea, no solo como vehículo para mostrar las fotos, sino convirtiéndolo en una obra en sí. Jugando con la materialidad, incluso con las convenciones que tiene el libro en relación a los lectores. Hay libros que se abren al revés, libros que las fotos están impresas en el interior de páginas plegadas", ejemplifica el organizador del encuentro.
El organizador del festival ubica este cambio de impronta, de la feria como laboratorio hacia la feria como festival, aproximadamente en 2008: "A partir de fines de la primera década de los de este siglo sí hay innovaciones tecnológicas que que permiten, por ejemplo, la posibilidad de hacer libros con máquinas láser, con impresora láser de buena calidad, que no sea una fotocopia, con una buena calidad. Y a un bajo costo, de tiradas pequeñas. Entonces eso permitió algo que era impensable antes: autopublicarse".
¿Qué rol ocupa una feria de libros fotográficos, en un contexto donde vivimos bombardeados las 24 horas por imágenes fotográficasprovenientes de todos lados, ya sea la calle o nuestro celular? Estol analiza que "es súper difícil publicar, más ahora que no hay papel y los presupuestos son válidos por dos días. Pero hay estrategias que no había antes como por ejemplo las preventas. Y pese a las dificultades se produce igual porque hay una cuestión de amor por la actividad".
"Además -añade-, el libro sigue teniendo características que no pueden ser reemplazadas, propone otra cosa, otra forma de lectura. Hay algo de la materialidad, de la variedad de soportes, formas de encuadernación, de tipos de impresión, de diseño, de las imágenes fotográficas, todo todo un organismo, en función, al servicio de lo que cuenta ese proyecto", concluye Estol.
Durante el festival, los libros fotográficos se compartirán con el público de distintas maneras: hay exposiciones de libros llevados por distintas instituciones, hay una feria de libros de fotografía y fanzines, hay talleres para niños vinculados con la producción editorial y las narrativas construidas con imágenes, charlas y presentaciones de libros de Argentina, Uruguay, Brasil y de Chile.
Se destaca la exposición "Papel y plomo: fotolibros y dictadura en Brasil" proveniente del Instituto Moreira Salles de San Pablo, Brasil, con la curaduría de Miguel Del Castillo o la muestra "Detrás de los fotolibros", curada por Laura Lavergne y Lucila Horn que indaga en el proceso de producción.
En el marco de la programación del encuentro se incluye también la exposición "Premio Publicación Latinoamericano La Luminosa Fellifa" que reunirá las maquetas de los proyectos finalistas y la muestra del Premio Internacional Felifa, con todos los libros participantes del premio, que reconocerá a los libros publicados en los dos últimos años de cualquier país. Para ello, se contemplan tres categorías: edición, diseño gráfico y materialización. En cada una de ellas, se seleccionará un grupo de libros finalistas y un ganador de cada categoría. De entre todos los libros finalistas se distinguirá a uno como Mejor Fotolibro. La premiación se realizará el día sábado 11 de noviembre. Los libros premiados y finalistas conformarán una exposición itinerante durante el año 2024 por los principales festivales y centros de fotografía de Latinoamérica.
Resulta imperdible también la actividad "Un libro llama a otro. Bibliotecas, reuniones y refugios", un diálogo con foco en la fotografía y la memoria social entre libros de las bibliotecas Turma, del Centro Cultural Haroldo Conti, Argra y Pequeña Biblioteca. Lo mismo ocurre con "Proyectos editoriales de espacios académicos", de proyectos desarrollados en Unsam, UNA, FADU-UBA y UNLP.
El festival Felifa -producido por Turma- se realiza del 9 al 12 de noviembre en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Ex ESMA), Avenida del Libertador 8151, ciudad de Buenos Aires, los días jueves y viernes de 14 a 20.30, sábado y domingo de 14 a 21.30, con entrada libre y gratuita.
(Télam)
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