Piden la implementacion de politicas de cuidado para primera infancia, ancianos y los enfermos

La directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Genero , Natalia Gherardi, quien participa de la XV Conferencia Regional de la Mujer de America Latina y el Caribe, que se desarrolla desde hoy hasta el viernes en Buenos Aires,

D-Interés07 de noviembre de 2022 Agencia Télam
La directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), Natalia Gherardi, quien participa de la XV Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe, que se desarrolla desde hoy hasta el viernes en Buenos Aires, resaltó la necesidad de "tener políticas de cuidado para la primera infancia, pero también pensando en personas mayores o personas que se enferman".
La Conferencia es organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), y girara en torno a los cuidados.
ELA, de la que Gherardi es directora ejecutiva, es una ONG feminista con dos décadas de trayectoria, que impulsa desde hace años el tema de los cuidados en Argentina.
-T.: ¿Cuál es la importancia de la organización social del cuidado para el desarrollo económico y social de las mujeres y de los países?
-N.G.: La pandemia puso absolutamente sobre la mesa la centralidad del cuidado. Hizo más evidente cómo el cuidado atravesaba nuestras vidas y cómo necesitaba ser resuelto de alguna forma para poder desarrollar la vida cotidiana de las personas. Al mismo tiempo, la pandemia generó una crisis profunda en lo económico y en el empleo y nuestros países tienen que poder salir de esas crisis, poner en marcha el sistema productivo, recuperar el nivel de empleo de las personas y sobre todo de las mujeres y eso no se puede hacer sin políticas de cuidado.
-T.: Entonces, más allá de lo que sucede en el interior de las familias respecto del cuidado de los niños, los enfermos y los ancianos, las políticas de cuidado son fundamentales también para la inserción laboral de las mujeresÂ…
-N.G.: Claro. Tener resuelto quién cuida a los niños y a los ancianos es fundamental para la sostenibilidad de la vida. Lo que pasa es que hoy en día y durante siglos es que se da por sentado que eso alguien lo resuelve sin políticas públicas. El cuidado se resuelve al interior de la familia y dentro de la familia lo asumen prioritariamente las mujeres pero no porque tengan más capacidad o más disponibilidad, sino porque culturalmente se atribuye a las mujeres la responsabilidad de cuidar.
-T.: Hay una distribución sexual de los rolesÂ…
-N.G.: Sí. Lo masculino siempre estuvo asociado al mundo público, al mundo del empleo remunerado y la producción de riqueza y lo femeninos siempre estuvo tradicionalmente asociado al mundo privado. Pero esa distribución tradicional de roles está en crisis desde que las mujeres conquistaron los derechos al empleo, a la participación, a la educación, se incorporaron en el mundo del trabajo y esa transformación en el mundo público no estuvo acompañada de una transformación en el mundo privado. No se distribuyeron las tareas al interior de la familia y las mujeres todavía cuidan o gestionan el cuidado en una proporción de horas mucho mayor que la de los varones.
-T.: ¿Esa diferencia entre el tiempo que dedican hombres y mujeres al cuidado está cuantificada?
-Sí. Es casi el doble. Los últimos datos de la Encuesta de Uso de Tiempo de Argentina, que son consistentes con lo que pasa en la región, muestran que las mujeres le dedican casi el doble de horas: son siete horas las que dedican al cuidado diariamente contra algo más de tres de los varones. Por eso necesitamos tener políticas de cuidado para la primera infancia, pero también pensando en personas mayores o personas que se enferman. Son importantes para la sostenibilidad de la vida pero también para el desarrollo de las mujeres, que son las que resuelven esos huecos.
-T.: ¿Cómo lo resuelve el Estado?
-N.G.. El cuidado tiene tres grandes pilares: en la primera infancia son guarderías, salas maternales o escuelas, que, obviamente cumple un rol distinto pero es la estrategia de cuidado más extendida que usamos la familia con hijos e hijas. También espacios de salida o centros de día para personas mayores o disponibilidad de cuidadoras domiciliarias. En otros países también hay personas que contribuyen al cuidado con la realización de tareas cotidianas, acompañamiento, trámites. El tercer pilar es el tiempo de cuidado y ahí hablamos de licencias por nacimiento, adopción. Las licencias en Argentina son sólo para las personas con empleo formal y eso deja mucha gente afuera.
-T.: En la Argentina el Poder Ejecutivo presentó un Proyecto de Cuidados, ¿incluye estos temas?
-N.G.: El proyecto que presentó el Ejecutivo sobre licencias a partir de una reforma de la Ley de Contrato de Trabajo. Pero también incorpora la posibilidad de disponer de tiempo para el cuidado para las personas que trabajan de manera independiente, ya sean autónomas, monotributistas o monotributos sociales. El Estado asumiría el pago de un monto equivalente a un salario mínimo. Es reconocer que el cuidado demanda tiempo y esfuerzo y que se trata de un tiempo valioso.
Este proyecto es el producto de un proceso de diálogo y de construcción colectiva muy interesante y participado en diferentes espacios de gestión del Estado nacional, en discusiones que organizaron en mesas interministeriales. También se convocó a una comisión pequeña de personas con experiencia y trayectoria en el tema de la que yo fui parte que trabajamos en un anteproyecto y después también se incorporaron algunas miradas que recogió el Ministerio de Mujeres en espacios de discusión territorial en los Parlamentos de Cuidado a nivel federal.
-T.: Se puede lograr que haya licencias más equitativas de paternidad pero, ¿los varones de América Latina están dispuestos a compartir las tareas de cuidado? ,
-N.G.: Yo creo que ese es un tema sobre el que también hay cambios culturales. Se pueden impulsar desde las políticas públicas y también hay que trabajarlos con distintas estrategias. Creo que está cambiando la actitud y me parece que ahí los modelos de rol de los mensajes públicos, la construcción de modelos en los medios de comunicación ayudan a transformar también la mirada social.
-T.: ¿El objetivo de la conferencia es poner estos temas en la agenda pública?
-N.G.: Creo que así como en 2015 se logró instalar el tema de la violencia y durante la campaña los candidatos se vieron obligados a pronunciarse sobre el tema, en 2022 yo quisiera que ese tema ineludible fuera el de cuidado. Que en la campaña los candidatos tengan que pronunciarse sobre qué van a hacer con este tema, que sea una demanda social. (Télam)
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