Gestión Cordonnier/Zubiaurre: ¿Realidad o relatos?

En medio de fuertes críticas, el concejal de Unidad Ciudadana, Sixto Alejandro Sanabria, apuntó contra el gobierno municipal de Ayacucho, hoy en manos de Cambiemos.

A través de un duro documento titulado: ‘Del relato Z al relato C’, el edil cargó contra las administraciones del actual intendente Cordonnier y su antecesor Zubiaurre.

Emilio Cordonnier

En el texto, el concejal repasa las últimas inauguraciones de Sesiones Ordinarias del Honorable Concejo Deliberante y advierte que las mismas “se han convertido en la caja de resonancia de cuentos de hadas narrados por el gobierno, y que muy poco tienen que ver con la realidad”.

“Pasamos sin transición del Relato Z al Relato C. Pero el hilo conductor sigue siendo el mismo: relatos”, disparó el edil.

"Pasamos sin transición del Relato Z al Relato C"

En ese tono, Sanabria sostuvo que “al contrastar los discursos de Zubiaurre con el pronunciado por Cordonnier, es posible reparar en que en su centralidad se basan en promesas de pseudo campaña que van estirando como un chicle buscando maquillar el hecho concreto: desde hace seis años no han aportado soluciones a ninguno de los problemas existentes, sino que los han profundizado y generado nuevos”.

El texto completo:

PROMESAS DE CAMPAÑA

• Obras Públicas:

En su exposición del periodo 2017, Zubiaurre dijo en relación a la Sala Comunitaria de Elaboración de Alimentos que se trata de “un espacio en el que crecerán inicialmente 13 emprendedores, quienes podrán generar valor agregado a productos de Ayacucho permitiendo su comercialización en la localidad y en la zona, cuya inauguración está prevista para los primeros días de Junio de este año”. En el mismo sentido, Cordonnier señaló que se inaugurará este año. Lo cierto es que esa obra fue iniciada en Julio del 2015 de la mano del gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner y debería haber sido finalizada en un plazo de ocho meses; es decir, que debería haber sido terminada en Marzo del 2016. Desde entonces, la misma ha sido presupuestada y, claro, prometida en todos los discursos.

• Desarrollo Local:

En su discurso del pasado año, Zubiaurre sostuvo que “luego de más de cinco décadas, hay empresas que están viniendo a radicarse a Ayacucho. Todos debemos festejarlo pues tras de ellas viene el trabajo genuino, principal necesidad de nuestro pueblo”. Ese es quizás el cliché de un gobierno que profetiza una y otra vez el mismo milagro inconcluso. La teoría de “las empresas que apuestan por Ayacucho”, se ha transformado en la principal canción del cassette oficial. En igual sintonía, Cordonnier manifestó que “se estarán concretando varios emprendimientos en nuestro medio y se generarán empleos genuinos, en diversos rubros”. La realidad indica que tanto el molino harinero y la distribuidora de helados, se ven imposibilitados de demandar mano de obra dado que necesitan recursos que rondan, según aseguraron funcionarios del gabinete, los $400.000. Si con un presupuesto de casi $600 millones el gobierno no colabora con esos emprendimientos, es de temer que la palabra “desarrollo” y “apoyo” no pueden convivir en un mismo discurso en esta gestión. Al menos no en uno que no entre en contradicción.

• Estado del Estado:

Cordonnier dejó bien en claro su inflexibilidad para la incorporación de nuevo personal a la planta municipal. Dijo textualmente: “No podemos seguir creciendo, no podemos superar el número de cargos que marca el presupuesto, el porcentual de presupuesto que se destina a sueldos está en el límite de lo aceptable, alrededor del 68%, y la municipalidad no puede ser la primera opción laboral para nuestro pueblo, las nuevas posibilidades de desarrollo laboral y productivo están afuera, en el ámbito privado”. Sin embargo, la gestión Cambiemos tiene el récord histórico de contratos en menos de dos mandatos, con una suma superior a los 600 (entre actuales y personal pasado a planta permanente). A su vez, triplicó la cantidad de personas precarizadas con contraprestación ilegal de servicios (subsidiadxs). No obstante, el relato del “colapso del Estado” se derrumba al dar cuenta que en los Decretos de un Boletín Oficial desactualizado, se encuentran nombres de familiares y amigos del “poder”. Como el “caso Imaz”, en el que se acomodara por contrato a la hija del Concejal de Cambiemos.

• Seguridad:

Párrafo aparte merece el tratamiento de lo que respecta a la seguridad en Ayacucho. Apelando siempre al trabalenguas explicativo de procesos burocráticos, tanto Zubiaurre como Cordonnier se mantienen firmes en una misma postura: la culpa es del otro.

Ya sea Zubiaurre hablando de la “lentitud de los juicios”, “las puertas giratorias”, “el sistema carcelario colapsado”, como Cordonnier “ilustrando” sobre los vericuetos del proceso jurídico y policial, el común denominador del relato siempre deja en evidencia la ausencia de un plan de prevención y de ejes estratégicos trazados para comenzar a resolver un contexto de inseguridad cada día más grave en el distrito. Hablar de la participación ciudadana es fácil, y es una herramienta, pero los principales responsables tienen que ser las autoridades que se someten a elecciones con discursos grandilocuentes pero que, en el día a día, hacen agua por todos los frentes.

• Medio Ambiente:

Uno de los caballitos de batalla con los que el actual oficialismo accedió al gobierno fue el abordaje de la materia medioambiental. Pero ese no fue más que un eslogan de campaña, ya que al poco tiempo de encarada la gestión, los profesionales del área abandonaron un barco que se estaba hundiendo antes de zarpar.

En el 2017, como cada año, Zubiaurre dijo: “estamos en este año comenzando sólidamente una política ambiciosa con objetivos a corto y mediano plazo, que ubique a Ayacucho entre los sitios de correcto tratamiento de residuos en la Provincia”. Casi en espejo con las palabras de predecesor, Cordonnier expresó que “a mitad de año, si todo anda bien, tendremos funcionando la planta de reciclado con equipamiento totalmente renovado como una instancia más de separación de material reciclable. De esta manera reducimos lo que llega al basural”. Pero, ¿qué ocurrió con esa promesa de la campaña 2015 en la que se hablaba de 1020 camiones con basura reciclada? Al final de cuentas, solo se trató de un spot publicitario con colores llamativos y dibujos que nada tenían que ver con la realidad.

Según un informe realizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Ayacucho es uno de los 74 distritos donde los basurales a cielo abierto ocupan una superficie similar a la de dos estadios de River Plate, con el agravante que se continúa quemando la basura.

La única verdad es la realidad, y la realidad demuestra que Ayacucho está atravesando el período con mayor suciedad de su historia. Con microbasurales por doquier, cavas no declaras donde se entierran residuos con maquinaria municipal, y el personal sin el equipamiento necesario para desarrollar sus labores.