Sin consenso, las dietas del Senado alcanzarían $9 millones

Las dietas de los senadores podrían duplicarse en enero, pasando de $4,5 millones a más de $9 millones, en medio de un contexto de ajuste económico y descontento social. Esta situación, originada por una resolución aprobada en abril pasado, amenaza con generar un nuevo escándalo en el Senado de la Nación.

Una resolución sin debate, un aumento sin precedentes

En abril de 2024, los senadores aprobaron sin debate y a mano alzada un proyecto que vinculó sus dietas a las paritarias de los trabajadores del Congreso. Este mecanismo permitió que sus ingresos se ajustaran automáticamente con cada aumento salarial otorgado a este grupo. Aunque en agosto se suspendió temporalmente esta medida bajo la resolución 27/24, el plazo establecido vence el 31 de diciembre, dejando abierta la posibilidad de un incremento salarial significativo.

Luis Juez, presidente del bloque PRO, quien votó contra el aumento en su momento, calificó el mecanismo como "vergonzoso e inexplicable". Sin embargo, hasta el momento, no hay movimientos concretos en el Senado para prorrogar el congelamiento de las dietas.

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Villarruel, entre la presión y el desencanto

La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, intentó sin éxito incluir este tema en la sesión del jueves pasado. Desde el Salón de las Provincias declaró: “Solicité que se tratara el congelamiento de las dietas de los senadores porque, a partir del primero de enero, se comenzarán a actualizar automáticamente. Creo que debemos estar a la altura del esfuerzo que está haciendo la población”.

Villarruel también utilizó sus redes sociales para desligarse de la responsabilidad, afirmando que “es facultad de los senadores desengancharse o no de las paritarias de los trabajadores”. A pesar de su intento por moderar la discusión, las críticas no tardaron en llegar.

Bullrich contraataca: “Que tenga el coraje de frenar este aumento”

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue una de las voces más críticas frente a la posibilidad de este incremento. En una entrevista con LN+, sostuvo: “Es responsabilidad de Villarruel impedir el aumento de las dietas. Ella puede decir ‘no hay plata’ y frenar este ajuste descabellado”. Además, le exigió firmar una resolución que congele los salarios, asegurando que no necesita consultar al resto de los senadores.

Por su parte, el presidente Javier Milei también se manifestó en contra de los aumentos. Sin embargo, la falta de acción concreta por parte de su equipo pone en duda la consistencia del mensaje libertario de “no hay plata”.

La encrucijada del Senado

Con el plazo límite del 31 de diciembre acercándose, los senadores tendrán apenas unas semanas en enero para decidir si prorrogan el congelamiento o permiten que el aumento se haga efectivo. Si las oficinas administrativas inician la liquidación sin cambios, las dietas alcanzarían los $9,5 millones, generando un impacto negativo en la opinión pública.

Mientras tanto, la posibilidad de que Villarruel firme un decreto para extender la resolución 27/24 sigue sobre la mesa, aunque esta decisión podría aumentar las tensiones internas en el Gabinete nacional.

La falta de consenso para abordar un tema tan sensible refleja la desconexión de la clase política con las demandas sociales. En un país donde gran parte de la población enfrenta dificultades económicas, cualquier aumento salarial de esta magnitud representa un golpe a la confianza en las instituciones. El desenlace de esta controversia definirá no solo el futuro inmediato del Senado, sino también su credibilidad frente a la ciudadanía.