Entre rinoscopias y acusaciones familiares: la feroz interna entre Pagano y Lemoine

La tensión interna en el bloque oficialista volvió a quedar expuesta con una nueva confrontación entre las diputadas Marcela Pagano y Lilia Lemoine. Esta vez, el eje del conflicto fue un proyecto de ley presentado por Pagano, que propone la implementación de un régimen de controles periódicos sobre la salud mental, cognitiva y física de los legisladores nacionales.

La iniciativa, denominada oficialmente “ley de idoneidad mental, cognitiva y física para el ejercicio de la función legislativa”, sugiere también un nombre alternativo: “ficha limpia psicológica”.

Qué plantea la “ficha limpia psicológica”

El proyecto consta de una docena de artículos y propone que diputados y senadores sean sometidos anualmente a una evaluación integral que incluya:

• Evaluación psicológica integral
• Examen toxicológico completo
• Evaluación neurocognitiva
• Certificación médica de aptitud psicofísica

Además, contempla la posibilidad de controles toxicológicos sorpresivos, sin aviso previo, cuando existan indicios de conductas erráticas, agresivas, ausencias injustificadas o denuncias formales. La confidencialidad de los procedimientos será obligatoria y los estudios podrán ser solicitados por cuerpos interdisciplinarios del Congreso.

El estallido en redes: desafíos y agravios personales

La diputada Lilia Lemoine no tardó en reaccionar en la red social X, donde le lanzó a Pagano: “Se lo firmo, pero tiene que prometer que no lleva más el megáfono al hemiciclo ni usa a su bebé para forzar una foto con el presidente”.

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La respuesta fue inmediata. Pagano advirtió: “Si se llega a convertir en ley estás afuera del Congreso. No me hagas hablar de tu diagnóstico, porque a tu golpe bajo tengo muuuchos elementos (pruebas) para responderte y que el mundo sepa la enfermedad que tenés y que te convierte en inidónea para el cargo. Sos triste”.

La discusión escaló rápidamente durante todo el sábado. Pagano incluso se ofreció públicamente a someterse a los análisis del proyecto ya mismo, y desafió a su colega a hacer lo mismo. “Y le sumo también una rinoscopia… ¿te animás?”.

Acusaciones familiares y menciones íntimas

La tensión cruzó los límites institucionales. Lemoine respondió con un comentario sobre la maternidad de Pagano: “Yo sí. Pero solo si vos nos contás quién es el papá de tu hijo… aunque vas a insistir con que es inseminación de un donante porque de lo contrario perdés el fideicomiso”.

Pagano no tardó en replicar con una extensa publicación en la que afirmó: “La información acerca de la identidad de mi hija es pública. Está inscripta como corresponde, es una bebé amada, sana y deseada. Tanto nos ocupamos de ella que en el Congreso está a diario a mi lado. Y yo también soy muy amada”.

Además, deslizó acusaciones sobre el origen de una supuesta promesa a Lemoine vinculada a un embarazo: “Ni ando mintiendo como vos diciendo que tenés óvulos inseminados de un ‘hombre del poder’ congelados, ni tampoco le pedí a un chico de 22 años que me embarace y desconozca la paternidad como hiciste vos, encima prometiéndole a cambio un proyecto de ley”.

Escalada sin freno

Pagano acusó a su compañera de usar la banca “en beneficio propio” y lanzó una dura frase:

“Sos patética. Por celos le faltaste el respeto al presidente hablando de su intimidad. En mi vida hablaría de un hombre como lo hiciste vos de él, pero claro, a vos nadie te educó, nadie te cuidó, ni te quieren ni te dan el lugar de mujer”.

El final del cruce —al menos por ahora— llegó con un nuevo desafío público de Pagano:

“Presentá tu denuncia penal sobre el fideicomiso a mi nombre del que hablás. ¿Qué pasa? ¿Te comieron los ratones la lengua? Y cuando vamos a hacernos el test psicofísico y la rinoscopia? Vamos vamos, no te pongas nerviosa y respondé…”.