Las exportaciones japonesas registraron en noviembre una caída -la primera en tres meses- de 0,2% respecto del año anterior, al tiempo que el déficit comercial subió a 776.900 millones de yuanes, equivalente a US$ 5.400 millones, informó hoy el Ministerio de Finanzas.
La merma de ventas al exterior radica en que los envíos de acero y equipos de fabricación de chips siguieron disminuyendo, cuando los economistas habían previsto un aumento de 1,4%, según la agencia Bloomberg.
En tanto, las importaciones cayeron 11,9%, ayudadas por nuevas caídas en el valor global de las compras de gas y carbón, frente a la previsión de un descenso del 8,6%.
Por su parte, el déficit comercial aumentó a 776.900 millones de yenes, equivalente a US$ 5.400 millones.
El Banco de Japón señaló en su informe de perspectivas de octubre que "se prevé que las exportaciones y la producción se mantengan más o menos estables por el momento, afectadas por la ralentización del ritmo de recuperación de las economías de ultramar".
Los recientes datos ponen de manifiesto el desigual estado de la economía mundial, ya que las exportaciones a Estados Unidos aumentaron 5,3% interanual, en tanto que las dirigidas a Europa se mantuvieron estables y los envíos a China cayeron 2,2%.
En este marco, la Reserva Federal (FED) estadounidense envió la semana pasada una clara señal de que está dispuesta a relajar su política restrictiva el año que viene, en busca de un aterrizaje suave.
En Europa, los economistas ven cada vez más probable que la economía se contraiga en el cuarto trimestre, lo que la situaría en una recesión técnica, mientras que los últimos indicadores económicos de China no son alentadores.
La actividad del sector fabril japonés parece haberse debilitado de nuevo a pesar de las cifras relativamente sólidas de octubre.
Según los primeros datos, la actividad manufacturera se deterioró en diciembre hasta situarse en el nivel más bajo de los últimos tres años, lo que subraya el pesimismo de los fabricantes de productos y componentes, preocupados por las perspectivas de las economías de ultramar y la debilidad de la demanda interna.
Aun así, los datos difundidos hoy también mostraron focos de fortaleza, con los envíos de automóviles que siguieron recuperando fuerza respecto del año anterior, subiendo más de 16%, ya que la mejora de las cadenas de suministro mundiales siguió respaldando la actividad.
Los envíos de alimentos a China se desplomaron en un 60%, ya que este país sigue evitando los productos pesqueros debido a la preocupación por el vertido de aguas residuales de una central nuclear destrozada en el norte japonés. (Télam)