-El campo llega a la Legislatura para cosechar rechazos al Impuesto Inmobiliario Rural de Axel Kicillof. Usted participará del encuentro, ¿con qué expectativas espera que se desarrolle esta reunión? 

Sí, nos toca reunirnos con las cuatro entidades de la Mesa de Enlace que, más que nada, van a manifestar su preocupación y su malestar por el “impuestazo” que está llevando adelante la Provincia de manera totalmente ilegal porque está por fuera de la herramienta que en diciembre del año pasado la Legislatura le dio al gobernador. Los aumentos tenían topes del 200 por ciento y hoy están llegando partidas que rondan los 400, 500 y hasta 700 por ciento. 

Lo que pasó con la reunión con el gobernador fue un circo, una payasada, porque cuando se enteró del encuentro de este miércoles entre nosotros y la Mesa de Enlace los mandó a llamar de urgencia para el lunes. Muchos tenían compromisos ya asumidos y les insistió para que fueran, lo cierto es que en la reunión no pasó absolutamente nada, el gobierno amontonó a un par de agrupaciones del agro, de familias rurales, de pequeños productores y del movimiento indigenista, e hicieron un revisionismo de “la formidable gestión” de este gobierno, que es calamitosa con respecto a la política agropecuaria, y la Mesa de Enlace se fue sin ningún tipo de respuestas. 

Nosotros acompañamos el reclamo de los productores, hemos estado a su lado desde el primer momento, y creemos que es importante que la Legislatura se manifieste porque hoy la Provincia no está cumpliendo con la ley sancionada. El gobernador y el director de ARBA están mintiendo y están cobrando un “impuestazo” por encima de lo que la Legislatura aprobó.

-Usted está en contacto con productores rurales. Ante estos aumentos, ¿alguno está pensando en no pagar el Impuesto Rural?

Muchos ya no lo están pagando porque no les dan los números, además, vienen de dos o tres años de sequía y esta campaña era con la que se terminaban de fundir o empezaban a sacar la cabeza por arriba del agua. 

Con la presión impositiva a nivel nacional, con los costos de los insumos y los impuestos provinciales no les dan los números y dejan de pagar impuestos, sobre todo cuando los impuestos son ilegítimos. El campo quiere pagar lo que la ley dice.