Estados Unidos y el boicot a Moscu 1980 por la invasion a Afganistan

Estados Unidos encabezó el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, al que adhirieron más de 60 países, argumentando que desistía de acudir a la cita deportiva, por la invasión militar de Unión Soviética a territorio de Afganistán.
En diciembre de 1979, las fuerzas especiales de la KGB y del GRU ingresaron por la fuerza al territorio del país asiático y depusieron al entonces presidente afgano, Hafizullah Amin, a quien consideraban aliado en un principio, pero luego este otorgó indicios de alinearse con la Casa Blanca.
Apenas consumado el asalto al Palacio de Tajbeg en Kabul, el gobierno estadounidense, entonces a cargo del demócrata Jimmy Carter, pronunció el ultimátum.
Así, en enero de 1980, en plena Guerra Fría entre las dos superpotencias mundiales, el presidente norteamericano jugó una baraja fuerte y arremetió contra las autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI).
"Ir a los Juegos Olímpicos de Moscú sería como poner un sello de aprobación a la política exterior de la URSS. El COI debería cambiar la sede" reaccionó Carter.
El entonces titular del máximo organismo deportivo, el irlandés Michael Killanin, se mantuvo firme en su tesitura y aclaró: "Sólo una Tercera Guerra Mundial puede impedir que Moscú sea la sede", según reprodujo en ese entonces el diario The New York Times.
Estados Unidos anunció que otorgaba plazo a la Unión Soviética "hasta el 20 de febrero" para abandonar territorio afgano. Pero el prometido boicot recién se consumó el 24 de abril de ese año, cuando el Comité Olímpico Estadounidense (USOC) comunicó al COI que no iría a la cita deportiva, cuyo arranque estaba previsto para el 19 de julio.
A principios de mayo, en un intento por salvaguardar la exigencia de la competencia, el apuntado Killanin se entrevistó con Carter y con Leonid Brezhnev, en ese entonces hombre fuerte del Kremlin. Pero no hubo variantes y los Estados Unidos cumplieron la promesa.
Algunos países como Alemania Occidental, Japón, Turquía, Noruega, Corea del Sur, Israel y Egipto adhirieron a la postura estadounidense. En el bloque americano también dieron el sí al boicot naciones como Canadá, Chile, Paraguay, Uruguay, Honduras y Panamá, entre otros. Y por supuesto la Argentina, por aquellos años bajo régimen de la Dictadura Militar, se alineó con la Casa Blanca.
El Coronel Antonio Rodríguez, entonces presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), convocó a una conferencia de prensa para explicar la postura del Gobierno nacional, aunque balbuceó más de lo que aclaró y apenas musitó que "la concurrencia de los países no es obligatoria a los Juegos Olímpicos", según consta en un archivo del viejo Canal 7.
Otros países como Australia, España, Portugal, Francia, Suiza o Nueva Zelanda más el Reino Unido le dieron libertad a sus atletas para competir, aunque lo deberían hacer "bajo la bandera de su respectivo Comité Olímpico", aclararon.
Los Juegos Olímpicos de Moscú se desarrollaron entre el 19 de julio y 3 de agosto de 1980. El medallero quedó en manos de Unión Soviética (80 de oro; 69 de plata y 46 de bronce), escoltado por la República Democrática de Alemania (47; 37 y 42) y Bulgaria (8; 16 y 17), respectivamente.
(Télam)