Culmino la expedicion en velero a Isla de los Estados para homenajear a Luis Piedrabuena

El velero Galileo, liderado por un excombatiente de la guerra de Malvinas, culminó su travesía por Isla de los Estados en homenaje al emblemático marino Luis Piedrabuena, y regresó a la ciudad de Ushuaia tras capear un temporal de viento de más de 100 kilómetros por hora, confirmaron hoy a Télam voceros de la expedición.
La embarcación, perteneciente a la Fundación Malvinas Argentinas de Bahía Blanca, había zarpado de la capital fueguina el 6 de enero, para cumplir una serie de objetivos históricos y culturales, con una tripulación de 10 navegantes encabezada por Nilo Navas, un veterano de guerra y sobreviviente del hundimiento del crucero General Belgrano.
“Pudimos hacer casi todo lo que nos habíamos propuesto, navegando la mayor parte a vela, aunque de regreso tuvimos que enfrentar un temporal con ráfagas de entre 50 y 60 nudos, y sufrimos algunas averías”, contó Navas poco después de arribar al muelle del club náutico de Ushuaia.
En su periplo, la travesía náutica llegó hasta el Faro de San Juan de Salvamento, conocido como “Faro del Fin del Mundo” e inspirador de la novela homónima de Julio Verne.
En ese lugar, los marinos argentinos colocaron una placa en homenaje a Piedrabuena y visitaron las ruinas del antiguo presidio y de un cementerio que funcionó en la zona a fines del 1800.
“También estuvimos en Puerto Cook, donde visitamos un refugio y repetimos el homenaje a Piedrabuena, aunque también honramos a los héroes del Belgrano y a las víctimas del submarino ARA San Juan”, relató el líder de la expedición.
La tripulación del Galileo también cruzó el istmo de un kilómetro que comunica con la parte sur de la isla, y en la cima de una loma colocaron una cruz orientada hacia el lugar donde fue hundido el Belgrano durante la guerra de 1982.
“Después navegamos hasta la Isla Observatorio y Año Nuevo, y llegamos hasta Puerto Parry, donde funciona una guarnición de la Armada Argentina. Allí tuvimos que esperar dos días a que mejoraran las condiciones climáticas”, contó Navas.
Las ráfagas de viento, propias de uno de los sitios más hostiles para la navegación, le impidió al Galileo llegar hasta Bahía Franklin, donde todavía se encuentran los restos de la goleta “Espora”, con la que Piedrabuena naufragó y construyó otra embarcación en el lugar (el “Luisito”) con la que siguió recorriendo los mares del sur.
La expedición comenzó entonces el cruce del estrecho de Le Maire, para regresar a Tierra del Fuego, aunque unos kilómetros antes de la boca del Canal Beagle, las condiciones volvieron a empeorar y tuvieron que refugiarse en Puerto Español.
“Nos recibió un puestero que hace dos años vive en la zona, hasta que las ráfagas de viento de más de 60 nudos nos obligaron a zarpar y realizar una complicada maniobra para alejarnos de la costa hacia aguas abiertas”, detalló Navas.
En medio de un verdadero temporal, el Galileo afrontó “momentos muy complicados” porque “pasábamos de cierta calma a rachas devastadoras de hasta 70 nudos muy difíciles de soportar”, recordó el marino.
“Perdimos un fondeo porque el viento cortó una cadena con su ancla. También perdimos el motor de un bote. Fue increíble la meteorología. Por suerte pudimos regresar sanos y salvos”, completó Nilo Navas.
El viaje del Galileo, que el año pasado realizó una travesía por la Antártida, también se llevó a cabo en honor al 60 aniversario de la fundación de Gaceta Marinera, el órgano oficial de difusión de noticias de la Armada Argentina.
La tripulación estuvo integrada por 10 personas (incluido Navas) y por primera vez formó parte de la expedición un excombatiente radicado en Ushuaia, Juan Vera, también sobreviviente del hundimiento del Belgrano.
El velero oceánico del tipo Navaltec 38, de 11,50 metros de eslora, 3,75 de manga, 1,65 de puntal y 1,70 metros de calado permanecerá en Ushuaia como ocurre desde hace dos años, aunque deberá ser sometido a reparaciones para enfrentar nuevos desafíos.
Según adelantó Navas, existe un “proyecto trienal” que finalizará en 2023 con la vuelta al mundo, luego de una navegación por el Pacífico hasta Perú “para homenajear a la campaña libertadora” y de la idea de llegar a “la zona de Hawai, en Pearl Harbour, donde fue atacado el crucero Belgrano (por entonces llamado Phoenix) en la Segunda Guerra Mundial", recordó. (Télam)