Milei ordena cerrar el Hospital Bonaparte: alarma en salud mental

El gobierno de Javier Milei decidió cerrar el Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, dejando a pacientes y trabajadores en una situación de alarma y desprotección. Los servicios de internación y guardia ya fueron clausurados.

Una decisión del gobierno de Milei que sacude a la salud mental

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La orden de cierre del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, emitida por el gobierno de Javier Milei, ha generado una crisis inmediata. El viernes, el personal del hospital fue notificado del cierre de la internación y guardia, sorprendiendo a todos por la falta de previo aviso. "Nos dijeron que se cerraba todo, así, sin más", relató una trabajadora aún conmocionada.

El delegado de ATE, Leonardo Fernández Camacho, confirmó que los trabajadores están en estado de alerta. "Hay alrededor de 50 pacientes internados que no sabemos qué pasará con ellos. Y ya no podemos recibir a personas en estado crítico, porque la guardia está cerrada", explicó con preocupación. Esta decisión, que podría formalizarse de manera definitiva el lunes, afectará profundamente la atención en salud mental en todo el país.

Trabajadores y pacientes en pie de lucha: el hospital resiste al cierre

Con la orden de cierre sobre la mesa, más de 500 trabajadores del Hospital Bonaparte han decidido resistir. La asamblea de empleados votó permanecer en el hospital para impedir el cierre total y proteger tanto sus puestos de trabajo como la atención de los pacientes. "Nos vamos a quedar lo que sea necesario", señalaron en una movilización que incluyó el corte de la calle Combate de los Pozos.

El cierre del Bonaparte ha sido vinculado a la intención del nuevo ministro de Salud, Mario Lugones, de implementar políticas de ajuste en los servicios de salud pública. Tras el anuncio del vocero presidencial, Manuel Adorni, de que todos los hospitales nacionales serían transferidos a sus jurisdicciones locales, se especulaba que el Bonaparte sería traspasado a la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, con la llegada de Lugones, el cierre parece haberse acelerado.

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El impacto de la decisión de Milei: un hospital clave al borde del abismo

El Hospital Bonaparte es el único centro nacional especializado en salud mental y adicciones. Solo en lo que va del año, más de 25 mil personas recibieron atención en esta institución, incluyendo a niños, niñas y adolescentes que dependen de sus servicios para tratar problemas graves de salud mental. La decisión del gobierno de Javier Milei de cerrar este hospital desprotege a una población extremadamente vulnerable.

El cierre ya está generando un fuerte impacto emocional en los pacientes. En redes sociales, usuarios compartieron sus experiencias de cómo la guardia del Bonaparte les salvó la vida en momentos críticos. "Esa guardia me salvó la vida", escribió una persona en Twitter, visibilizando el desamparo que dejará este cierre.

El Bonaparte, una institución con historia que lucha por su futuro

Fundado en 2016 tras la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental, el Hospital Laura Bonaparte se convirtió en un referente para la atención de adicciones y problemas de salud mental en Argentina. Sin embargo, la decisión del gobierno de cerrarlo amenaza con borrar su legado, dejando a miles de personas sin acceso a un tratamiento especializado.

El hospital no solo es un centro de atención clave, sino que también se ha destacado por su labor científica y técnica en articulación con otras instituciones públicas del país. Este cierre, impulsado por las políticas de ajuste del gobierno de Milei, pone en riesgo el acceso a la salud mental en un contexto de creciente crisis económica y social.

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Llamado a la solidaridad: los trabajadores del hospital no se rinden

Los trabajadores del Bonaparte han lanzado un llamado urgente a la comunidad para que se sume a la lucha en defensa del hospital y la salud pública. "Llamamos a la ciudadanía, a los pacientes, sus familias, y a todas las organizaciones a acompañarnos en esta resistencia", manifestaron en un comunicado que busca visibilizar la gravedad de la situación.

Mientras los trabajadores resisten, la incertidumbre crece. La decisión de Javier Milei de cerrar este hospital pone en evidencia una política de ajuste en un área tan sensible como la salud mental. La falta de respuestas concretas del gobierno y la inminencia del cierre total mantienen en vilo a trabajadores y pacientes por igual.