Milei abre la puerta a la militarización de la seguridad interna

El nuevo Decreto 1112/2024 expande el rol de las Fuerzas Armadas. ¿Qué significa para la seguridad interna y la democracia argentina?

Política20 de diciembre de 2024Pamela OrellanaPamela Orellana
Fuerzas armadas argentinas.
Fuerzas armadas argentinas.

El reciente Decreto 1112/2024, publicado este viernes en el Boletín Oficial, marca un giro importante en la política de defensa del gobierno de Javier Milei. Con el respaldo de su Ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la normativa introduce cambios sustanciales en el papel de las Fuerzas Armadas. Este decreto deja atrás una restricción impuesta en 2006 durante el mandato de Néstor Kirchner, que limitaba la intervención militar exclusivamente a agresiones externas provenientes de otros Estados.

La decisión, que permite a las Fuerzas Armadas actuar frente a amenazas no estatales, como el terrorismo, y colaborar en el control de fronteras, genera controversia. El Gobierno justifica este paso como una respuesta necesaria a las amenazas transnacionales que pone en riesgo la seguridad del país, pero organismos de derechos humanos señalan que este nuevo enfoque podría vulnerar el principio de la Ley de Seguridad Interior, al permitir una mayor intervención de las Fuerzas Armadas en cuestiones internas.

El nuevo marco regulatorio

El Decreto 1112/2024 anula el Decreto 727/06, que reglamentaba la Ley de Defensa Nacional, alegando que este último estaba “colisionando con el espíritu” de la normativa. Según el Gobierno, el decreto anterior limitaba el concepto de "agresión" a solo las amenazas externas provenientes de Estados extranjeros, excluyendo así a otros actores no estatales que podrían poner en riesgo los intereses nacionales. "La limitación se originó en un sesgo ideológico contrario a la defensa de los intereses vitales de la República Argentina", señala el decreto.

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Además, la nueva normativa establece que las Fuerzas Armadas deberán tener la capacidad de controlar y vigilar de manera integral todos los espacios relevantes del país, no solo terrestres, sino también marítimos, fluviales, aeroespaciales, ciberespaciales y el espectro electromagnético. Este cambio de enfoque, que busca una respuesta más eficiente ante amenazas como el terrorismo o el crimen organizado, plantea interrogantes sobre el alcance y los límites de su aplicación, especialmente cuando se considera que en la práctica podría facilitar un mayor control del gobierno sobre los sectores más sensibles del país.

La amenaza terrorista: ¿Pretexto para una mayor militarización?

Uno de los puntos más polémicos del decreto es el uso del argumento de la amenaza terrorista. En su justificación, el Gobierno señala que existen organizaciones no estatales con la capacidad de atacar al Estado argentino. "En el ámbito internacional existen bandas u organizaciones no estatales transnacionales con suficiente capacidad para agredir al Estado argentino", indica el decreto, haciendo mención a grupos terroristas y paramilitares.

Sin embargo, la justificación de utilizar la amenaza terrorista para ampliar el alcance de las Fuerzas Armadas ha sido vista por muchos como un argumento oportunista, dado que no se presenta evidencia clara de una amenaza inmediata o relevante dentro de las fronteras argentinas. La inclusión de "organizaciones terroristas y otras organizaciones paramilitares" como objetivos de intervención podría abrir la puerta a la utilización de las Fuerzas Armadas en conflictos internos, lo que generaría una militarización más amplia de los problemas de seguridad, que históricamente han estado bajo la órbita de las fuerzas de seguridad y la policía federal.

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El control de las fronteras: nuevas prioridades en la defensa

Además de la respuesta frente al terrorismo, el Decreto 1112/2024 habilita a las Fuerzas Armadas a colaborar en el control de fronteras. Este punto está en línea con las políticas previas del gobierno de Milei, que ha priorizado el refuerzo de las medidas de seguridad en las zonas limítrofes del país. En este sentido, la nueva normativa parece buscar mayor coordinación entre las fuerzas de seguridad y militares, una iniciativa que podría fortalecer las capacidades operativas, pero que también despierta preocupaciones sobre la excesiva militarización de áreas de seguridad interna.

El fortalecimiento de la intervención militar en la seguridad interna

El Decreto 1107/2024, publicado ayer, amplía las facultades para el uso de las Fuerzas Armadas en tareas internas, lo que refuerza la dirección marcada por el Decreto 1112/2024. Ambos textos apuntan a consolidar una estructura más flexible y discrecional en cuanto a la intervención militar, permitiendo que el Poder Ejecutivo, a través de funcionarios como Patricia Bullrich y Luis Petri, defina con mayor libertad lo que constituye un “objetivo de valor estratégico” y cuándo las Fuerzas Armadas deben ser movilizadas.

Si bien el Decreto 1107 justifica la medida bajo la premisa de la lucha contra el terrorismo internacional y el crimen organizado, la vaguedad de su redacción y la discrecionalidad otorgada al Ejecutivo para clasificar lo que representa un “valor estratégico” abre la puerta a una posible militarización de conflictos internos, contradiciendo lo dispuesto por la Ley de Seguridad Interior. Esto refleja una tendencia a subordinar a las Fuerzas Armadas a tareas de seguridad interna, un paso más en la militarización de la gestión de seguridad bajo el gobierno de Javier Milei.

En lo personal, ¿cómo fue este año con Javier Milei como Presidente?

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