Por primera vez, habla el autor de la foto de la Madre y el policia prohibida por la dictadura

El 6 de octubre de 1982 el fotografo Jorge Sanchez saco a escondidas de Telam la copia de una foto que habia ocultado la noche anterior.

Política22 de marzo de 2023 Agencia Télam
(Por Evangelina Bucari) El 6 de octubre de 1982 el fotógrafo Jorge Sánchez sacó a escondidas de Télam la copia de una foto que había ocultado la noche anterior. Al volver de la cobertura de la llamada "Marcha por la Vida" - una movilización en reclamo por la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos - , el interventor militar de la agencia, Rafael Benjamín de Piano, le había hecho una advertencia: "Que esto no salga a la luz, por su bien y por el de su familia". Pero el reportero gráfico recién empezó a entender la relevancia de lo sucedido cuando al día siguiente vio en la tapa del diario Clarín a la misma Madre de Plaza de Mayo y al policía que él había retratado con su lente 35 milímetros, pero la historia que se mostraba, usando otras imágenes, era diametralmente opuesta.
"En esa imagen (la publicada en Clarín) se muestra que el policía abraza a la Madre, pero en realidad lo que está haciendo es apretándola contra el pecho para callarla, para no escuchar más todo el reclamo que le hacía. Un reclamo genuino, que es la imagen que me queda, que es la que alcanzo a hacer yo, que es la imagen del pedido a ese policía que representaba al gobierno. Era un pedido de justicia. Y en la otra foto quedó como que la policía era buena. Se utilizó a esa imagen y a esa madre para mostrar algo que no era cierto, una paz y una reconciliación que era una mentir", explicó Sánchez en diálogo con Télam.
La foto tomada por Sánchez, quien trabajó en esta agencia de noticias entre 1979 y 1993, sintetiza la censura, la represión y las mentiras de las que se valió la última dictadura cívico-militar para ejercer el terrorismo de Estado y manipular a la población. La atesoró por más de 40 años y, por primera vez, en esta nota habla de lo sucedido. "A veces uno se hace una coraza y trata de olvidar cosas. Ayer no pude dormir en toda la noche pensando en esos días", recordó con angustia, durante una entrevista con Télam.
El año pasado, en un minucioso trabajo de recuperación del archivo fotográfico y periodístico, la agencia estatal de noticias encontró algunos de los negativos "perdidos" y sacó a la luz una secuencia de seis fotogramas que desenmascaran el operativo montado por la dictadura para instalar la idea de una posible reconciliación o pacificación.
A medida que avanza en su relato, la bronca y los recuerdos de Sánchez se transforman en lágrimas. "Cuando vi que esa otra foto era la tapa del diario fue una sensación de injusticia horrible. Se le estaba mintiendo al pueblo. Se lo engañaba, no solo por la foto, también por el título, como que había sido todo en paz, pero la realidad era lo que yo había fotografiado", rememoró, conmovido.
- Télam: Aquel 5 de octubre de 1982, el día de la llamada Marcha por la Vida, ¿cómo fue su trabajo?
- Jorge Sánchez : El día anterior a la marcha nos habían designado a tres fotógrafos para cubrirla. Salimos juntos con un móvil de la agencia, que eran autos con un cartel que decía Télam en las puertas. Nos dejó en 9 de julio y Avenida de Mayo. Ahí, cada uno empezó a hacer su cobertura. Yo tenía la particularidad de trabajar con lentes muy cortos, de 35 milímetros. Lo que tiene un lente corto es que para tener una buena imagen hay que estar muy cerca. Entonces, lo mío era muy de roce y fui siguiendo a las Madres. Se hizo muy grande la marcha y el operativo policial. No había vallas metálicas, sino las vallas mismas de los policías. Y después, otra donde estaban los caballos. Algunas Madres alcanzan a pasar la primera, y luego, la segunda. Como estaba muy cerca de ellas, también alcance a pasar esa valla de la primera línea de los policías y quedé frente a la línea de los caballos. Tengo el recuerdo de estar entre esos animales que parecen gigantes. Entonces, más allá de los golpes, los empujones, los forcejeos, un grupo de Madres empieza a bajar por la parte del costado de Casa de Gobierno y va hacia el Bajo, hacia Paseo Colón. Ahí estaba el policía (Carlos Enrique Gallone) y unas Madres se acercaron. Al estar tan cerca, logré hacer una imagen entre este policía y una Madre implorándole por los hijos (NdR: luego se supo que era Susana Leguía). Se puede ver al policía como que la ignora con la vista por arriba de ella, como si fuera superior.
- T: ¿Y qué pasó después de registrar ese momento?
- JS: Como había perdido a los compañeros con los que había ido, empecé a caminar y volví a la agencia. Fui el último que llegó. Los otros fotógrafos ya habían editado el material. El único que quedaba era el jefe de fotografía. Le digo que tenía una buena foto. Reveló los negativos y copió dos o tres imágenes. Y me empezó a decir "ya está, no hace falta pasarlo, ya está todo entregado". Pero se las llevó al primer piso al jefe de turno. Me parecía raro ese movimiento y que tardaba mucho. Entonces, tuve esa idea de copiarme una foto para mí, de 18x24. Como era cartón el papel que se utilizaba en ese momento, la copié rápido, pero no la puse en la máquina abrillantadora, porque tardaba como 4 o 5 minutos para salir. Así que la dejé mojada arriba de un armario que tenía uno de los materiales de los equipos. Cuando este jefe vuelve, me dice: "Mirá, hay un problema, tenés que ir arriba". Yo pensé que iba a ver al jefe de turno, pero me dice "no, no, tenés que ir arriba, a ver al director De Piano".
- T: ¿Su jefe le adelantó algo?
- JS: No, nada. Me sorprendí y vi que estaba preocupado. Voy al 4º piso, la secretaria me hace pasar. Ya el ambiente estaba muy tenso. Entro al despacho del coronel De Piano, presidente de la agencia en ese momento. Estaba parado detrás del escritorio. Me acerco y me pregunta por qué había hecho esa foto que tenía en la mano. Le respondí que lo que había hecho era cubrir todo lo que había pasado en la marcha. Me dice: "Que esto no salga a la luz, por su bien y por el de su familia" - al contar esta escena, su voz entrecorta y se angustia; por unos segundos queda en silencio - .
- T: ¿Qué pasó con la copia de la foto que había dejado escondida en la agencia?
- JS: Me di cuenta de que mi foto nunca iba a salir a la luz. Así que fui a buscar la copia que había hecho. Estaba un poquito arrugada. La metí en un bolso y la lleve al auto. La guardé debajo del asiento. Entonces volví. Hice mi trabajo normal, como cualquier otro día, sin contar nada. No le dije a ninguno de mis compañeros, porque para qué los iba involucrar en algo que era un apriete personal. Creo que ni el jefe sabía lo que me había dicho De Piano, porque no se lo dije a nadie. Después, en una muestra fotográfica que a fines de 1982 organizó la OEA, pude hacer una reproducción de la copia que me quedó, exponerla. El día de la inauguración estaban todos los reporteros gráficos y a la noche la foto desapareció. Al otro día, cuando abrió la muestra, ya no estaba más. Nuevamente me habían censurado. Entonces, me callé para cuidar a mi familia y guardé 40 años esta foto.
- T: ¿El episodio terminó ahí o pasó algo más?
- JS: Al lapso de unos días yo veía que siempre tenía alguien como que me seguía. Un día salgo de mi casa, en ese momento estaba viviendo en Ciudadela, y en Ceballos y General Paz, antes de subir a la autopista, me cruzan un auto, me hacen unas preguntas y me llevan a un lugar que reconocí cuando venía a esta entrevista, en Olivera y Rivadavia (NdR: este sitio sería uno de los señalados como centros clandestinos de detención y tortura). Me tuvieron ahí varias horas con preguntas: que por qué había hecho esas fotos, si yo trabajaba para las Madres, y un montón de cosas más. Obviamente, fue un apriete, una bajada de línea. Les respondí la verdad: que era un fotógrafo más, que no tenía nada que ver con nadie. Me tuvieron un par de horas, constantemente preguntándome lo mismo. Les decía es tarde, tengo que volver, tengo que ir a trabajar. En realidad, yo era inconsciente de lo que estaba pasando. Era una película. Me llevaron de vuelta hasta el auto y me dijeron que tenga cuidado. Pensaba cómo una foto puede acarrear tanto. Recién con el tiempo me di cuenta de lo que significaba mi foto y lo que quedaba en evidencia al existir la otra imagen.
- T: Después del apriete, ¿cómo quedó su situación dentro de la agencia?
- JS: Seguí trabajando. Yo seguía con las mismas ganas desde que empecé hasta el último día en que me fui. Siempre trataba de hacer algo relevante, algo distinto, algo importante. Nosotros salíamos y hacíamos todo. Después, obviamente, la edición la hacían los jefes y los militares lo censuraban. Pero mirá como es la vuelta de la vida que después me tocó, también para Télam, hacer el Juicio a las Juntas. (Télam)
Te puede interesar
Populares

Suscríbete al Resumen diario de Noticias DESTACADAS. Es exclusivo y limitado