Impacto de la pandemia en el delito de trata de personas. Contexto actual en Argentina

El Estado Nacional encaró una lucha contra la Trata de Personas, desde una perspectiva de derechos humanos y de género.

Argentina05 de mayo de 2021 Agencia Télam
Por Lic. Zaida Gatti, coordinadora del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

El Estado Nacional encaró una lucha contra la Trata de Personas, desde una perspectiva de derechos humanos y de género. El abordaje no debe ser sólo en términos punitivos.
Es un delito que muta permanentemente, por eso es necesario trabajar en forma articulada, entre organismos gubernamentales y no gubernamentales.
La persecución del delito y la protección y asistencia de las víctimas son dos acciones que se encuentran íntimamente relacionadas, ya que lograr el éxito en el proceso penal depende, en gran parte, del testimonio de las víctimas. Para lograrlo es necesario que hayan recibido una adecuada asistencia integral. Las declaraciones de éstas siguen siendo una prueba transcendental en el proceso judicial. Por ello hay que destacar el rol de los organismos encargados de la prevención y la persecución del delito, así como la protección y asistencia de las víctimas.

En el año 2020, el Secretario General de la ONU declaró que la Pandemia COVID-19 agudizó las desigualdades y eso expuso a millones de personas a un mayor riesgo de ser objeto de trata con fines de explotación sexual, trabajo forzoso, matrimonio forzado y otros delitos. Argentina no escapó a dicha situación y, si bien la detección de casos fue considerablemente más dificultosa, se mantuvo el mismo objetivo, logrando resultados altamente satisfactorios.
La Trata de Personas no discrimina etnia, género, edad ni estrato social. Los grupos más vulnerables son mujeres, niñas, niños, migrantes y comunidad LGBT+.
Desde el inicio de la pandemia COVID-19, quienes se encontraban en un contexto de explotación se tornaron más vulnerables, lo que agudizó su situación. El aumento en los controles de movilidad, cierres de fronteras e imposibilidad de contacto con seres humanos que no fuesen sus propios explotadores, fue advertido y ágilmente utilizado por las redes delictivas. De este modo, permanecieron en condiciones de mayor aislamiento, trabajando largas jornadas y viviendo en lugares precarios y en condiciones insalubres.
Dentro de las nuevas formas que tomó el delito, se detectaron casos de explotación sexual a través de redes sociales, utilización de "servicios de delivery de víctimas", a domicilios privados.
Desde el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio y hasta el 31 de marzo de 2021, se rescataron y asistieron un total de 1276 víctimas. En el mismo período, a través de la Línea 145, nacional, gratuita y anónima, se recibieron 1800 denuncias por casos de trata y explotación, se brindó asesoramiento a 1652 personas que tomaron contacto para denunciar delitos asociados al de trata y explotación. Bajo la órbita del Programa Nacional funciona también la Línea 149, en la cual se reciben consultas de la ciudadanía respecto de otros delitos. En la misma se hicieron 1400 orientaciones y derivaciones a otros organismos.
En el mes de diciembre 2020 fue aprobado por el Consejo Federal de Lucha contra la Trata, el Plan Bienal elaborado por el Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata . El plan contempla cien acciones divididas en cuatro ejes, para el abordaje integral de la problemática: prevención, asistencia, persecución y fortalecimiento y articulación institucional. Actualmente se encuentran en curso más de la mitad de las acciones, llevadas adelante por los organismos miembros y asociados.
La trata de personas es un delito que afecta la dignidad y la libertad de las personas, por eso invito a la sociedad a sumarse a esta lucha: Las desapariciones de personas deben ser denunciadas en forma inmediata y tienen que ser tomadas en el momento, ya que podría ser un caso de trata. También denunciar los avisos de ofertas de comercio sexual (papelitos pegados en la vía pública publicitando "mujeres para pasar momentos de placer"), las mismas no son más que víctimas.
No habría víctimas sin demanda de los prostituyentes.
(Télam)
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