Nieto recuperado pidio al exmedico Berges un gesto de empatia para encontrar a su madre

Pedro Luis Nadal Garcia, de madre desaparecida y restituido en 2004, relato hoy ante un tribunal de La Plata su apropiacion cuando su madre estaba cautiva en el centro clandestino Pozo de Quilmes en la dictadura y la vida que paso con el policia

Política 11 de julio de 2023 Agencia Télam
Pedro Luis Nadal García, de madre desaparecida y restituido en 2004, relató hoy ante un tribunal de La Plata su apropiación cuando su madre estaba cautiva en el centro clandestino Pozo de Quilmes en la dictadura y la vida que pasó con el policía apropiador hasta recuperar su identidad, y le pidió al exmédico policial Jorge Bergés, quien adulteró su certificado de nacimiento, que tenga "un gesto de empatía" que le permita hallar los restos de su progenitora.
"Deseo poder encontrar a mi madre. Muchos dicen que ustedes no hablan, que no ayudan. Yo le digo: ¿cómo quiere irse usted de este mundo? Empatía, señor Bergés, creo puede hacerlo. Busque en lo más profundo de su ser. Que el milagro de la vida que lograron sus padres no haya sido en vano, que reflexione", dijo el nieto recuperado con emoción.
Remarcó, dirigiéndose a Bergés, que "no se vaya de este mundo sin honrar eso", su vida.
"Ni usted es feliz aferrándose a ese falso patriotismo, dese la oportunidad de ser empático, no pretendo ser el dueño de la moral, solo busco sembrar empatía", puntualizó, y agregó que "le deseo ese regalo, y no estoy acá para condenarlo, para eso está el Tribunal".
Nadal García declaró hoy ante el TOF1 de La Plata, que desde octubre de 2020 juzga por delitos de lesa humanidad cometidos en los excentros clandestinos de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno en Lanús, a 16 represores, entre ellos Bergés.
El hombre, hijo de Jorge Nadal e Hilda Magdalena García, fue apropiado tras ser secuestrado junto a su madre cuando tenía un año de vida, el 5 de marzo de 1976, frente a la Brigada de Quilmes. Su madre está desaparecida y él recuperó su identidad en octubre de 2004, cuando las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron su restitución como nieto número 79 .
Dijo que "la generación de mis viejos dejó su vida resistiendo, enfrentaron una dictadura sangrienta. No viví esa época y espero que nadie más".
"Quiero hablarles de la empatía, yo entendí que mis viejos buscaban la libertad, la igualdad y luchaban contra el atropello. Mi madre me amaba y mi padre también, no me abandonaron como me dijeron siempre", afirmó.
Sostuvo que "existe la grieta y cerrarla es una utopía absurda. Jamás aceptaría que esté cerrada, porque de aquel lado están los genocidas".
"No importa si son 30 mil (desaparecidos). 500 niños fueron robados, 135 recuperaron su identidad. Hay un caso de una mujer asesinada que recibió un disparo en la nuca y otro disparo en la panza. Estaba embarazada. Y cito la frase de un juez federal que se preguntó si eso no era el mal absoluto, radical. Y ahí está la línea, la grieta, el espacio que separa a una parte de la sociedad de la otra. Podemos discrepar pero negar y justificar los hace cómplices", dijo.
Nadal García relató cuando fue citado por el juez federal de La Plata Arnaldo Corazza para decirle que existían sospechas de que fuera hijo de una desaparecida. Contó que sabia desde niño que era adoptado por lo que aceptó hacerse una extracción de sangre para analizar su ADN con el Banco de Datos.
Dos meses después supo que era hijo de Hilda Magdalena García, que estaba desaparecida, y que su padre, Jorge Nadal, estaba vivo, igual que su hermano mayor, Carlos.
Nadal García creció con sus apropiadores: el expolicía Luis Ferián, fallecido en 1997, y Yolanda De Francesco, a quien cuando contó que se había enterado de que era hijo de una mujer desaparecida no se sorprendió y sólo pidió ver una foto de la mujer.
"Yo pensé que el malo era Ferián, que ella era una víctima, pero ella sabía todo", expresó. Y precisó que luego de que Ferián lo llevó a su casa con Yolanda se separaron y él debía ir a visitarlo al Círculo de Oficiales de Policía, donde el expolicía le pedía que dijera que era su sobrino.
Nadal García recordó que el expolicía "leía la Biblia, yo no sé en que parte dice que eso (obligarlo a presentarse como su sobrino) está bien" y detalló que apropiadora le contaba en su niñez "que mi madre me había abandonado; luego me dijo que mi madre había muerto en el parto y finalmente que mis abuelos la habían obligado a entregarme en adopción".
Declaró que así como lo había hecho antes su padre Jorge, quien había estado detenido antes del golpe militar y tras ser legalizado pudo exiliarse, empezó a buscar a su madre.
"Busqué a mi madre como loco, en cementerios, en psiquiátricos, nunca la encontré", dijo, y agregó que le costó asumir que su madre era una desaparecida al reconocer que "tuve que dejar ir a mi madre y acepté a la fuerza que era una desaparecida".
Nadal García, que declaró tres horas, se dirigió a Bergés, cuyo nombre figura en su certificado de nacimiento falso.
"Es un ser humano como nosotros, habita el mismo planeta, respira el mismo oxígeno que yo, exhala el mismo dióxido de carbono que yo, va al baño como yo, el agua que toma viene del mismo caño que la que yo tomo. Ante la sociedad deberíamos ser iguales...y tenemos empatía. Usted es un ser empático, y voy a hablarle a usted", expresó.
Le dijo al exmédico imputado que "usted debe tener odios, resentimientos, debe culparnos a nosotros por lo que está viviendo. Yo mismo lo he odiado a usted, a Ferián, a todos sus compañeros. Les desee lo peor. Debe ser frustrante no ser el mentor de este plan sistemático pero si fue el instrumento. La represión le fue ordenada de más arriba y está aquí (detenido) por la baja de línea genocida que le dieron".
"Mi madre es una mártir. Mi madre y yo fuimos secuestrados, no fuimos detenidos. Me gustaría se pusiera en el lugar de mi madre. Tenía 19 años, usted 34. Imagínese de 19 años, estar vendada, golpeada, recibiendo descargas eléctricas, que suplique por agua", graficó.
Invitó a Bergés a imaginar que lo suben a un avión y lo arrojan en caída libre, o lo meten en un tambor de cemento, o un pozo lleno de cuerpos, y agregó: "Imagínese que sus padres, Olga y Alfonso, lo buscan por todos lados".
Nadal García contó que poco antes de que muriera su apropiadora la fue a ver y le preguntó si se arrepentía y ella dijo que "no", pero aceptó que "le dolía" saber del sufrimiento de Pedro por encontrar a su madre.
"Yo le dije 'te perdono aunque creas que no hay nada que perdonar' y a los cinco días murió. ¿Cómo se habrá ido (de este mundo) Yolanda?", se preguntó.
Esta anécdota le dio pie al nieto recuperado para pedirle a Bergés que reflexione y tenga "empatía" y aporte datos para hallar los restos de su madre.
"Le hice hacer este ejercicio de empatía porque por ahí ayuda a su vida, Empatía, señor Bergés", remarcó.
También declaró Susana Capobianco, sobreviviente del Pozo de Quilmes, quien narró las torturas y violaciones padecidas tras ser secuestrada en enero de 1977 y las amenazas reiteradas de "ponerme un cartel en el pecho de 'Montonera' y tirarme al río".
El TOF1, presidido por Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en esos centros clandestinos al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura Jaime Smart; a Bergés y a Federico Minicucci, Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También a Guillermo Domínguez Matheu, Ricardo Fernández, Carlos Fontana, Emilio Herrero Anzorena, Carlos Hidalgo Garzón, Antonio Simón, Enrique Barré, Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti. (Télam)
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