Defensoria del Pueblo bonaerense capacitara en violencia de genero a rugbiers de Universitario

El convenio, suscripto por el Defensor del Pueblo provincial, Guido Lorenzino, y el presidente del Club, Marcelo Galland, establece que miembros del área de Género de la Defensoría brindarán talleres a los integrantes de la institución deportiva.
“Es importante que las instituciones acepten el desafío de avanzar contra esta problemática”, explicó Lorenzino, y adelantó que en los próximos días también se sumará al convenio La Plata Rugby Club.
Lorenzino destacó que “es necesario desconstruir las masculinidades, sobre todo entre los jóvenes, para desnaturalizar los comportamientos que llevan directamente a diferentes episodios de violencia contra las mujeres”.

?La Defensoría capacitará en género a jugadores del Club Universitario de La Platahttps://t.co/tswSg6syUw pic.twitter.com/uqaeRI7sYe

— Defensoría Provincia de Buenos Aires (@defensoriaPBA) January 22, 2020

Según se informó, las capacitaciones apuntan al reconocimiento de los roles y estereotipos de género que existen detrás de las prácticas violentas contra las mujeres y a pensar en una mirada integral para superar estas conductas.
La semana pasada, Mara Sist, ex novia de un rugbier de Universitario, lo denunció por abuso sexual y violencia de género, aportando los nombres de los 15 rugbiers que integraban el grupo de WhatsApp donde se viralizaron sus fotos.
Sist ya lo había denunciado por violencia de género y obtenido una restricción perimetral que él incumplió, y se animó a radicar una nueva denuncia tras enterarse de la realizada en redes sociales por la joven identificada como Narella R, quien contó que sin su consentimiento se habían viralizado fotos íntimas de ella con el varón que luego compartió éste por el grupo WhatsApp, algo que también le había ocurrido a Sist.
En la denuncia de Sist se solicita que se investigue como abuso sexual el hecho sufrido por la mujer, ya que cuando mantenía relaciones sexuales con el joven rugbier, ignoraba que otro hombre tomaba fotos del acto para luego viralizarlas, es decir que fue un acto sexual con un tercero sacando fotos al que la mujer no prestó su consentimiento. (Télam)