Samurais, legionarios romanos y vikingos celebraron el Dia del Recreador Historico

Dos vikingos de la "Horda del Deshuesado" recibían hoy a quienes visitaban el Regimiento de Infantería 1 en el barrio porteño de Palermo, que abrió sus puertas para que samurais y centuriones romanos, entre otros personajes, celebraran el Día del Recreador Histórico.
"Soy un vikingo del año 860", se presentó a Télam Matías Battistesa, un joven de 24 años que custodiaba la entrada del Regimiento de Infantería, ubicada en Santa Fe y Bullrich, ataviado con armadura de cuero, escudo de rodela, una espada, un hacha y un cuerno de señales.
En el año 860, la horda del líder Ivar, alias "El Deshuesado", invadió las islas británicas.
Sobre el apodo del Ivar hay varias teorías: una dice que este guerrero tenía cartílagos en lugar de huesos, otra sostiene que sufría gigantismo en las piernas y, según una tercera, "era simplemente un alias", comentó Matías, experto y fanático de la cultura vikinga.
"Era una cultura muy avanzada, se bañaban todos los sábados mientras que en Europa sólo lo hacían dos veces por año", afirmó orgulloso el joven, y añadió que los vikingos "tenían libertad de culto y un sistema asambleario para tratar los temas que concernían al pueblo".
A pocos metros del vikingo Battistesa, ya en el patio del regimiento, el "Grupo de recreación histórica Samurái" exhibía katanas y tachis -sables con el filo hacia arriba y hacia abajo, respectivamente-, máscaras de teatro, un pequeño templo y, como estrella de la muestra, anunciaban "la única armadura de mujer que hay en América Latina".
"En Japón había pocas mujeres entrenadas militarmente, y eran hijas de samurais que pertenecían a una élite guerrera", comentó a Télam Horumi Chinen (45), hija y nieta de japoneses que llegaron a la Argentina después de la segunda Guerra Mundial.
Las mujeres samurais, "más que atacar, se defendían", comentó Horumi, "para ellas, pelear era el último recurso cuando entraban a sus casa",
Por eso, las armaduras de las guerreras tenían hombreras más grandes que las de los hombes y la espalda más protegida, además de ser más pequeñas y flexibles, para dar mayor movilidad.
Las actividades que se realizaron hoy en el Regimiento fueron organizadas por la Asociación Civil Americana de Recreacionistas Históricos (Acarhi), que tiene unos 200 socios y reúne a la mayoría de los grupos de recreadores del país.
Cada 31 de julio, la Acarhi celebra el Día del Recreador Histórico en homenaje a San Ignacio de Loyola, primer general español de la Compañía de Jesús.
En la celebración de este año también dieron el presente los soldados de la "Legión IX Hispana", que pertenecieron al Ejército Romano del Siglo I, que invadió Inglaterra mucho antes que los vikingos.
Uno de los legionarios romanos, que en realidad es un porteño de 46 años que vive en el barrio de Balvanera; contó que cuando lleva su armadura "segmentata" -hecha con varias piezas, o segmentos, de metal-, un casco y sandalias de combate, se convierte en Décimus Gabinius.
Consultado sobre el origen de su interés por el Imperio Romano, explicó: "primero te gusta la forma romana de ser, después empezás a leer, después a comprar y un día tenés la habitación llena de armas, armaduras, lucernas (linternas), tablas de cera para escribir y todo lo que se te ocurra que podían tener los romanos".
En total, unos 400 recreadores participaron hoy de las actividades, que incluyeron demostraciones del uso de armas y escudos en la época medieval, y una recreación de las invasiones inglesas, la defensa y la reconquista de Buenos Aires.
Además, la Banda Militar "Tambor de Tacuarí" del Regimiento de Infantería 1 "Patricios" y la Banda de Gaitas Ciudad de Buenos Aires interpretaron diversas piezas musicales. (Télam)