Sorprendente encuesta revela qué piensan los trabajadores sobre la Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial (IA) llegó al ámbito laboral para quedarse. Así lo demuestra el reciente estudio Escasez de Talento, IA y Equidad, realizado por la compañía Randstad en 15 mercados, entre ellos Argentina. Según la investigación, un 41% de los trabajadores argentinos considera que su empleador se está retrasando en la adopción de estas tecnologías, mientras que el 47% cree que su empresa podría sacar más provecho del uso de la IA en el lugar de trabajo.

El impacto de la inteligencia artificial en las tareas cotidianas está siendo cada vez más evidente. En un contexto marcado por una creciente, la adopción de la IA promete transformar no solo la manera en que se trabaja, sino también las habilidades demandadas por las organizaciones. Sin embargo, la integración de esta herramienta no está exenta de desafíos, especialmente en lo que respecta a la equidad en el acceso a la formación necesaria para aprovecharla.

El potencial de la IA según los trabajadores

Uno de los datos más reveladores del informe es que el 51% de los trabajadores en Argentina considera que la IA hará su trabajo más fácil, mientras que el 48% cree que lo hará más interesante. Estos números reflejan un optimismo generalizado sobre el impacto de la IA, aunque también hay una porción significativa de empleados (24% y 26%, respectivamente) que se mantiene escéptica frente a estos beneficios.

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El 47% de los encuestados ya utiliza IA para realizar tareas administrativas con mayor rapidez, mientras que el 45% busca activamente oportunidades de aprendizaje fuera de su lugar de trabajo. Además, el 33% de los trabajadores ha recurrido a la IA para redactar solicitudes de empleo, como CV y cartas de presentación. Estos resultados demuestran el creciente interés y adopción de la tecnología en diversas áreas laborales, desde la gestión de datos hasta la mejora en los procesos de reclutamiento.

La brecha de formación y el desafío de la equidad

Sin embargo, no todo es positivo en cuanto a la adopción de la inteligencia artificial. El 35% de los trabajadores considera que su empleador no ha brindado suficientes oportunidades de formación en IA, lo que refleja una clara falta de preparación frente a las nuevas demandas del mercado. En este sentido, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, destacó la necesidad de tomar medidas activas para abordar las brechas de formación y asegurar que todos los empleados tengan acceso a las habilidades digitales necesarias para el futuro del trabajo.

"En un contexto de escasez estructural de talento, con brechas de adopción que ya se perciben, debemos trabajar para asegurar el acceso equitativo a las oportunidades de formación en IA", expresó Ávila, quien también subrayó la importancia de que tanto las organizaciones como los gobiernos intervengan para evitar que las desigualdades aumenten.

La IA como una herramienta accesible

Uno de los puntos más interesantes del informe es que el 41% de los trabajadores afirma haber aprendido a utilizar herramientas de IA generativa, como ChatGPT, Jasper Chat y DALL-E, con más facilidad que tecnologías tradicionales como MS Office o Adobe Suite. Esta percepción puede estar relacionada con la interfaz intuitiva y la accesibilidad de las herramientas de IA, lo que facilita su adopción, especialmente entre los trabajadores más jóvenes y familiarizados con la tecnología.

A pesar de la facilidad de uso de la IA, el 33% de los trabajadores expresó su preocupación por los efectos negativos que su adopción podría tener en sus puestos de trabajo. Este temor está vinculado principalmente a la posibilidad de que la automatización genere desempleo o disminuya la necesidad de habilidades humanas específicas, lo que refuerza la necesidad de implementar estrategias de re-skilling (recapacitación) y up-skilling (mejora de habilidades) en las empresas.

El camino hacia la integración efectiva de la IA

La incorporación de la inteligencia artificial en los ambientes laborales no es solo una cuestión de tecnología, sino de gestión del cambio. En este sentido, el desafío es doble: por un lado, aprovechar las ventajas que ofrece la IA, y por el otro, garantizar que su implementación no genere nuevas brechas entre los trabajadores ni agrave las desigualdades sociales.

“La velocidad del cambio impone la necesidad de tomar medidas activas para abordar cuanto antes esta problemática. Debemos preparar a todos para el futuro del trabajo”, concluyó Ávila, destacando la importancia de una intervención coordinada entre empresas, gobiernos y trabajadores para asegurar que nadie quede atrás en esta transformación digital.