El laberinto electoral bonaerense: las PASO en pausa y un calendario que enreda al PJ

El PJ bonaerense no define si elimina las PASO: la interna entre Kicillof y el kirchnerismo frena el calendario. La Junta Electoral ya encendió la alarma.

Política24 de abril de 2025Pamela OrellanaPamela Orellana
Urna de elecciones
Urna de elecciones

En la provincia de Buenos Aires, la política se mueve en cámara lenta. A pesar de que el Senado ya aprobó la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la falta de consenso sobre los plazos del cronograma electoral mantiene trabada la definición legislativa. Y en el corazón del conflicto está la tensión no resuelta entre el gobernador Axel Kicillof y el cristinismo duro.

Lejos de ser una cuestión técnica, el desacuerdo por las fechas esconde una feroz interna del peronismo bonaerense. La postergación de la sesión prevista para este miércoles en Diputados —debido a la negativa del kirchnerismo de acompañar los cambios solicitados por el Ejecutivo— puso en evidencia una fractura que ya no se disimula.

El reclamo de la Junta Electoral: “Materialmente imposible”

El martes, la Junta Electoral de la provincia le envió una nota formal al presidente de la Cámara baja, Alexis Guerrera, alertando sobre la imposibilidad de cumplir con los tiempos establecidos por la actual ley 5.109, que data de 1946. Según el documento, el cronograma vigente deja solo “diez días corridos” para verificar y oficializar las listas de cerca de 10.000 candidatos. “El exiguo plazo perjudicaría a las agrupaciones políticas participantes”, advirtieron.

En concreto, la Junta pidió que se adelante la presentación de candidaturas a 50 días antes de los comicios (hoy la ley exige 30), y que las boletas se entreguen con 30 días de antelación, no 20. Aunque el organismo remitió su reclamo también al Senado, las gestiones no dieron frutos. Las cartas no fueron firmadas por la presidenta de la Junta, la jueza Hilda Kogan, sino por el secretario de Actuación, Daniel Demaría Masse.

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El Senado cerró la puerta a los cambios y el proyecto quedó en el limbo

El proyecto para suspender las PASO fue aprobado la semana pasada en el Senado, pero sin los cambios de plazos que reclamaba el Ejecutivo. “Hay que respetar la norma vigente. Este no es el momento para experimentar”, justificó la senadora Teresa García, referente del kirchnerismo.

Ese rechazo obligaba a Kicillof a jugar su carta en Diputados: introducir allí las modificaciones y devolver el texto al Senado. Pero la maniobra fracasó. La postergación de la sesión confirmó que el conflicto interno supera al tecnicismo legal y amenaza con condicionar todo el armado electoral del oficialismo en la provincia más grande del país.

Bianco: “No es un problema de Kicillof, es un problema operativo”

El jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, fue uno de los pocos funcionarios en hablar públicamente sobre la cuestión. “Los plazos dificultan la organización de la elección. Es un tema que, además de a la Junta Electoral, le preocupa a la Cámara Nacional Electoral y a la Justicia Federal. No es un problema de Kicillof o del gobierno bonaerense”, aseguró en un canal de streaming.

Desde el Ejecutivo sostienen que el gobernador no está recibiendo el respaldo político necesario para ordenar el proceso electoral, y que el cristinismo dilata adrede las definiciones. “El mandatario decide desdoblar la elección y el cristinismo lo presiona para que sea concurrente. Pide suspender las PASO y demoran su suspensión. Reclama cambios de plazos y no se los votan”, repiten cerca del gobernador.

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La interna que lo empantana todo

La visita de un grupo de intendentes kirchneristas a la Gobernación fue leída en La Plata como un “gesto de buena voluntad”. Estuvieron Mayra Mendoza (Quilmes), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Federico Otermín (Lomas de Zamora) y Gustavo Menéndez (Merlo). Aunque se habló de gestión, el eje fue electoral. El resultado: la desconfianza sigue intacta.

“Esto es una guerra de desgaste. Hay que resistir”, confió un funcionario bonaerense. La falta de acuerdo sobre los plazos refleja un problema más profundo: la imposibilidad del PJ bonaerense de alinearse detrás de una estrategia común. El temor a un frente dividido sobrevuela cada movimiento.

En el Frente Renovador tampoco entienden el “sorpresivo” rechazo a modificar un cronograma que todos sabían impracticable. “Tanto el gobierno provincial como la Junta sabían que no tenían estructura para ordenar la elección. ¿Qué cambió ahora?”, cuestionaron cerca de Sergio Massa.

El reloj avanza y la definición sigue pendiente

La elección en la provincia está pautada para el 7 de septiembre. Con los tiempos tan acotados, cada día sin definición complica más la logística. Aunque en el oficialismo aseguran que la ley para suspender las PASO podría aprobarse la semana próxima, el verdadero conflicto son los plazos, y esos —hasta ahora— están lejos de resolverse.

Mientras tanto, el peronismo bonaerense continúa encerrado en su propio laberinto: un dilema que combina técnica, táctica y tensión política, y que pone en jaque su capacidad para llegar unido a las urnas.

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