Emergencia agropecuaria en el sudoeste bonaerense: el campo sigue pagando los platos rotos del abandono

Declaran emergencia por sequía en el sudoeste bonaerense: productores rurales al borde del colapso y sin respuestas claras del Gobierno nacional.

Política25 de abril de 2025Pamela OrellanaPamela Orellana
Emergencia agropecuaria por sequía
Emergencia agropecuaria por sequía

El gobierno de la provincia de Buenos Aires declaró el estado de emergencia y/o desastre agropecuario en tres municipios del sudoeste bonaerense por la extrema sequía que golpea a la región desde hace meses. Se trata de Puan, Tornquist y Villarino, zonas tradicionalmente conocidas como parte de la “zona de secano”, donde la falta de lluvias ha comprometido seriamente las explotaciones agrícolas, forestales y frutihortícolas.

La medida, oficializada mediante el Decreto 644/25 publicado este viernes en el Boletín Oficial, abarca el período comprendido entre el 1° de mayo y el 31 de octubre de 2024. A esto se suma una prórroga de la emergencia ya vigente para actividades ganaderas, tamberas y apícolas, que estaba en curso desde noviembre del año pasado y vencía a fines de abril.

Emergencia por sequía: una situación límite en el interior bonaerense

Según lo dispuesto por el Ejecutivo provincial, la decisión responde a un “fenómeno climático extraordinario”, verificado a través de imágenes satelitales, chequeos en campo e informes técnicos. Las condiciones hídricas extremas han deteriorado notablemente la producción agropecuaria en esta región, que viene arrastrando años de variabilidad climática sin políticas sostenidas de acompañamiento.

Los productores de estos tres distritos —cuya actividad principal debe ser agropecuaria para acceder al beneficio— podrán obtener exenciones proporcionales al daño sufrido en el Impuesto Inmobiliario Rural. También estarán habilitados a gestionar prórrogas tributarias y líneas de crédito especiales a través del Banco Provincia, según lo establece la Ley 10.390 y su decreto reglamentario 7282/86.

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Entre el alivio impositivo y la incertidumbre nacional

La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) será la encargada de implementar las medidas tributarias. Por su parte, el Banco Provincia deberá adecuar herramientas financieras acordes a la crítica situación de los productores. Sin embargo, la aplicación efectiva de estos beneficios queda supeditada a la presentación de una declaración jurada por parte de los damnificados, dentro de los 10 días hábiles desde la publicación del decreto.

En este contexto, crece la expectativa sobre una eventual adhesión de Nación a la emergencia, lo cual permitiría ampliar la asistencia a tributos federales, aunque hasta el momento no hubo definiciones por parte del gobierno de Javier Milei. El silencio de la administración libertaria frente a esta y otras problemáticas productivas del interior ya genera inquietud en las entidades rurales y en los intendentes de la zona.

Una sequía que no da tregua, con consecuencias en toda la cadena productiva

Las explotaciones afectadas abarcan distintos sectores del entramado productivo local: desde pequeños y medianos productores agrícolas hasta forestales, frutihortícolas, tamberos y apicultores. La falta de lluvias sostenida no solo impacta sobre los rendimientos, sino también sobre la estructura de costos, la rentabilidad y el empleo rural.

El caso de Villarino, por ejemplo, es especialmente crítico por su peso en la producción hortícola del sudoeste provincial. En Puan y Tornquist, la situación de la ganadería también preocupa, ya que la escasez de pasturas y agua complica la supervivencia del rodeo y pone en riesgo la continuidad de muchas explotaciones familiares.

Sequía extrema

Críticas por la falta de un plan integral de contención

Aunque la medida de la Provincia fue recibida como un gesto necesario, sectores productivos reclaman una respuesta más robusta y coordinada entre los distintos niveles del Estado. “Es importante que se declare la emergencia, pero necesitamos una política de Estado que contemple infraestructura, reservas hídricas, asistencia técnica y acompañamiento financiero sostenido”, remarcó un dirigente rural de la zona.

A la par, la escasa articulación con Nación vuelve a quedar en evidencia. Mientras se anuncian exenciones y beneficios en Buenos Aires, la falta de homologación nacional deja a muchos productores sin acceso a herramientas clave como el alivio en impuestos federales o programas de refinanciamiento.

Una postal repetida del abandono interior

La emergencia agropecuaria decretada en Puan, Tornquist y Villarino no es un hecho aislado. Es el reflejo de un fenómeno más amplio que se repite con distintas caras: sequía en algunas regiones, inundaciones en otras, falta de infraestructura, caminos rurales intransitables y un Estado nacional que parece mirar para otro lado.

Frente a este panorama, los productores siguen a la espera de respuestas concretas. En un país donde el campo genera divisas y empleo, el abandono de las economías regionales por parte del Gobierno nacional no solo es injusto, sino también estratégicamente irresponsable.

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