De Muner dejó Defensa: ya son 15 técnicos menos en la Liga

En medio de un Torneo Apertura 2025 plagado de sorpresas y crisis en los banquillos, la mitad de los equipos de la Liga Profesional se despidieron de sus entrenadores a tan solo 16 fechas de comenzado el campeonato. Con 15 cambios de técnicos en 16 jornadas, el certamen ha mostrado un nivel de inestabilidad pocas veces visto en el fútbol argentino.

La derrota de Defensa y Justicia ante Independiente Rivadavia en Mendoza fue el desencadenante de la salida de Pablo De Muner, quien renunció tras no lograr clasificar a su equipo a los octavos de final del Torneo Apertura.

La caída por 3-2 ante el equipo mendocino no solo selló la eliminación de la Copa Sudamericana, sino que también marcó el fin de un ciclo que ya venía tambaleando por los malos resultados acumulados tanto en la Liga Profesional como en la competencia internacional. Así, De Muner se sumó a la extensa lista de entrenadores que han dejado su puesto durante este torneo, reflejando la feroz competencia y la alta exigencia que caracteriza al fútbol argentino.

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Uno de los cambios más resonantes fue la salida de Fernando Gago de Boca Juniors, a pesar de que el equipo se encontraba liderando la Zona A y la tabla anual. El Superclásico perdido ante River Plate y la eliminación de la Copa Libertadores ante Alianza Lima resultaron fatales para el "Pintita", quien tuvo un ciclo de apenas 30 partidos al mando de Boca. La dirigencia del club decidió dar un golpe de timón, destituyendo a Gago y dejando al equipo en la cuerda floja mientras se define al nuevo conductor.

¿Qué está pasando con los entrenadores en la Liga?

La lista de técnicos que dejaron su cargo no se limita solo a los casos más mediáticos como los de Gago o De Muner. También se han sumado entrenadores como Marcelo Méndez en Gimnasia, Facundo Sava en Atlético Tucumán y Walter Erviti en Belgrano, entre otros. Cada uno de estos técnicos enfrentó situaciones distintas, pero el común denominador es la presión incesante del fútbol argentino, donde los malos resultados pueden llevar a la salida de los entrenadores en un abrir y cerrar de ojos.

Cambios imprevistos y nuevos destinos

A diferencia de los casos ya mencionados, hay entrenadores cuya salida fue sorpresiva. Cristian Fabbiani, por ejemplo, dejó Deportivo Riestra no por malos resultados, sino por un deseo personal de dirigir a Newell's Old Boys. En un giro inesperado, el "Ogro" se sumó al equipo leproso tras la salida de Mariano Soso, quien dejó a Newell's en la parte baja de la tabla. Otro cambio llamativo fue el de Pedro Troglio, quien dejó su puesto en Instituto de Córdoba para reemplazar a Ariel Broggi en Banfield.

La cantidad de cambios, ¿un reflejo de la crisis estructural?

Con 15 entrenadores fuera de sus puestos en tan solo 16 fechas, la pregunta que muchos se hacen es si esta inestabilidad refleja una crisis estructural del fútbol argentino. Más allá de los malos resultados y la presión mediática, algunos expertos señalan que la falta de proyectos a largo plazo y la búsqueda constante de resultados inmediatos están generando una atmósfera insostenible para los entrenadores.

Además, la relación con las dirigencias de los clubes, muchas veces conflictiva, también juega un papel importante en la cantidad de despidos y renuncias que se suceden jornada tras jornada.

El contexto de la Liga Profesional: más allá de los técnicos

Es importante mencionar que la inestabilidad en los bancos de suplentes también se enmarca en un campeonato que viene cargado de sorpresas. Equipos como Vélez Sarsfield, Godoy Cruz y Aldosivi han sido protagonistas de cambios abruptos en su cuerpo técnico, mientras que otros, como Talleres, sufrieron la salida temprana de su entrenador tras un mal arranque en la Copa Libertadores.

A medida que el Torneo Apertura 2025 avanza, la crisis de los entrenadores sigue siendo uno de los temas más calientes en el fútbol argentino. El desenlace de esta historia está por verse, pero lo cierto es que la alta rotación de entrenadores en tan poco tiempo podría ser un indicio de un campeonato cada vez más exigente y menos tolerante con los errores.