
Pobreza en debate: la UCA afirma que la caída es artificial
Nuevo cruce por las cifras sociales: la UCA asegura que la baja de la pobreza es mayormente un “efecto estadístico”. Qué pasa con los ingresos y la canasta.

El consumo masivo sigue cayendo a ritmo acelerado: octubre registró una baja del 20,4%. ¿Qué factores explican esta caída y qué se espera para fin de año?
Economía18 de noviembre de 2024
Juan Manuel Villarreal
En octubre, el consumo masivo en Argentina sufrió una caída del 20,4% en comparación interanual, según el informe de la consultora Scentia. Este retroceso acumuló una pérdida de 12,8% en lo que va del año, afectando tanto a los supermercados como a los autoservicios. A pesar de una leve desaceleración respecto al desplome de septiembre, que alcanzó el 22,3%, la tendencia sigue siendo preocupante para el sector.
El informe señala que el principal factor de esta caída es la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, sumado a un efecto comparativo provocado por el “plan platita” implementado por el Gobierno anterior, que dejó una base de comparación muy alta. Sin embargo, el consumo no muestra signos de recuperación, ya que las ventas se mantienen estancadas desde abril de este año, sin evidentes repuntes en los volúmenes vendidos.
Las cifras varían según los productos, pero todas las categorías de consumo masivo registraron caídas significativas. La más pronunciada fue en el rubro "impulsivos", con una baja del 29,1%, seguida de “higiene y cosmética” (-25,8%) y "bebidas con alcohol" (-22,3%). Los productos de alimentación también vieron una caída del 17,1%, mientras que los perecederos se redujeron en un 17,2%.

Según Osvaldo del Río, titular de Scentia, aunque la variación mensual muestra una estabilización de las ventas desde abril, esta situación no debe confundirse con una recuperación. “Si bien la medición mensual desestacionalizada muestra estabilidad, no estamos viendo un repunte significativo, sino más bien un estancamiento”, explicó.

En cuanto al comportamiento de los consumidores, los analistas coinciden en que el cambio hacia los servicios y los fuertes aumentos en los precios relativos de los productos no esenciales han reconfigurado el gasto de los hogares, disminuyendo la disponibilidad para alimentos no imprescindibles.
Aunque el mes de octubre fue negativo, el último bimestre del año podría mostrar un repunte en las ventas debido a las Fiestas, periodo en el cual las cadenas de supermercados y autoservicios suelen aplicar descuentos y promociones. La continuidad de la desaceleración inflacionaria será clave para este proceso.
Para 2025, las proyecciones de Scentia son moderadas, con un crecimiento estimado entre el 2% y el 3% en el consumo masivo. No obstante, los analistas esperan que las comparaciones interanuales con el primer trimestre de 2024 resulten más favorables para el Gobierno.
A pesar de la desaceleración de la inflación, los salarios han mostrado una recuperación heterogénea. Mientras que algunos sectores han visto mejoras, otros todavía enfrentan una pérdida de poder adquisitivo. Además, la expansión del crédito y las cuotas sin interés permiten que muchos consumidores opten por bienes durables en lugar de alimentos de consumo masivo, lo que sigue afectando las ventas.

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