Ezequiel Galli a la deriva: “En Olavarría las calles se inundan, no hay luces y faltan médicos”

Las falencias en la gestión del intendente pasan por una consideración desigual hacia quienes viven en la periferia, privilegiando a cierta clase social que habita en “cuatro avenidas”, dijo a glp el referente del Frente de Todos Marcelo Latorre.

Municipales 18 de noviembre de 2022 Redaccion GLP
Si hay un intendente que ha sido blanco de críticas por su gestión al frente del municipio, es Ezequiel Galli, el jefe comunal de Olavarría. A lo largo del tiempo te fuimos contando sobre la escasez de obras a pesar de la buena recaudación, la controversia por la aparición de un concejal que actúa como proveedor de la Municipalidad, la crisis ambiental que provocan los desechos de la planta depuradora, la negativa a exhibir el expediente de una licitación, y más.

En diálogo con GRUPOLAPROVINCIA.COM, el exconcejal y referente del Frente de Todos (FdT) Marcelo Latorre desplegó el panorama de falencias en el gobierno local, pasando por los “caprichos” y “soberbia” del intendente, la desigualdad entre el centro y las localidades periféricas, las viviendas sin terminar, la falta de fiscalización sobre los ingresos y el deterioro ambiental en el distrito.

Escuchá la entrevista:

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–De acuerdo a su experiencia parlamentaria a nivel local, ¿cómo puede analizar la gestión de Ezequiel Galli?

El intendente, en los últimos meses, ha estado gobernando con muchos caprichos, mucha soberbia. Estamos notando intolerancia también, sobre todo cuando no considera al Concejo Deliberante, se aprueban ordenanzas por mayoría y luego de quince días las está vetando. O bien, cuando los proyectos no salen de su partido, no los tiene en cuenta y después toma ese proyecto y lo transforma como propio. Que es realmente algo llamativo, porque ya tiene una experiencia de siete años, y es un intendente negador, como siempre decimos. En el caso del recital del Indio Solari, negó cualquier tipo de responsabilidad y siempre apuntó hacia otra persona, en ese caso los organizadores.

Ahora, lo que estamos viendo es que se realizó la venta de una calle a la fábrica Cemento Avellaneda, por un millón y medio de dólares, y no está entregando ningún tipo de papeles, ni qué se va a hacer con el dinero. Se está buscando la manera de ver cómo se puede repartir ese dinero en obras que él prometió para la localidad de Sierras Bayas, pero todavía no aparece ningún tipo de papeles. Lo mismo ha pasado con un barrio de veinte viviendas que se suspendió, hace más de dos años, por falta de materiales, una incorrecta metodología en la construcción, y vos fijate que el barrio está sin terminar. Y ahora estamos con un problema mucho mayor, porque quieren renovar el pliego del sistema de recolección de basura, y hoy por hoy estamos pagando 163 millones a la empresa, 119 millones a un proyecto multinacional que se está haciendo y no podemos adquirir un compromiso, porque esto es por diez años y quizás el año que viene tengamos un nuevo intendente.

Otro problema es que no se está fiscalizando el impuesto a la piedra. Olavarría tiene un privilegio de tener el 3% del total del presupuesto que es el impuesto a la piedra. Este año se proyecta que entren 2250 millones de pesos por el impuesto a la piedra y Galli no está fiscalizando lo que está entrando, cuando sabemos positivamente que tenemos una producción récord de cemento este año. Entonces, quiere decir que acá está faltando, porque se recaudarían más de 2500 millones, y falta una fiscalización.

Otra de las cosas importantes que estamos viendo es el impuesto a la hectárea. Estamos atrasados con el impuesto a la hectárea. Olavarría es el tercer partido en superficie de la provincia de Buenos Aires. Tenemos 7715 kilómetros cuadrados y tenemos prácticamente ‍750.000 cabezas de ganado vacuno, y hoy estamos mendigando para hacer una construcción de veinte viviendas que no las podemos terminar. Estamos teniendo un municipio sin control. Tenemos dinero y no sabemos en qué gastarlo. Y viene por ahí la cuestión.

–Usted señalaba que Galli gobierna con capricho y soberbia. ¿Se maneja de la misma manera con los vecinos?

En este caso hay una gran desigualdad, porque él gobierna siempre para las cuatro avenidas, para una determinada clase social. En estas cuatro avenidas hay una Olavarría moderna, con luces LED por todo el parque, y en la Olavarría periférica no tenemos luces, no tenemos cordón cuneta, tenemos problemas de anegamientos los días que llueve. Y no te cuento sobre lo que pasa en las localidades serranas, Loma Negra, Sierras Bayas, Colonia Hinojo, Sierra Chica, y los pueblos rurales: falta de médicos, falta de atención de emergencias.

Y todavía nos queda todo el tema ambiental, que está permanentemente con un doble discurso en esto. Nosotros lo que necesitamos son acciones, y menos palabras. Estas palabras lindas, progresistas, a favor del ambiente, y después tenemos una decisión y una voluntad política de no controlar, de no sancionar, de no poner ningún proyecto para mejorar la calidad del ambiente. Hay que pensar más en lo local, para poder actuar en la parte provincial y nacional. Y no puede ser que la agenda ambiental la está marcando el ambientalismo popular, a través de pequeñas organizaciones ecologistas, pequeños grupos que están denunciando permanentemente lo que se está produciendo en materia de contaminación en los espejos de agua del partido de Olavarría.

–Usted es referente del Frente de Todos a nivel local y asesor del bloque. Recorre permanentemente las calles de la ciudad, imagino, y habla con los vecinos. ¿Cómo es la situación que viven los vecinos en la actualidad? ¿Qué le manifiestan?

El vecino está queriendo que todo ese dinero extra que recibe el partido de Olavarría por determinados privilegios históricos y con derechos consumados por determinadas gestiones y gobiernos provinciales se ponga en la inversión para mejorar la infraestructura que tiene la ciudad. Y sobre todo en las ciudades satélite que tenemos nosotros, que son muchas, y que en definitiva esas ciudades satélite serranas son donde se produce, donde tenemos la producción genuina. Ahí justamente va a quedar ese pasivo ambiental. Porque después de que sacamos ese recurso que es la caliza, la dolomita, el granito, nos van a quedar grandes agujeros. Y entonces ahí tenemos que comenzar a pedir, como están haciendo los vecinos, a ver cómo se devuelve el dinero que se saca de la periferia, de estas ciudades serranas donde se está haciendo la producción concretamente.

Por eso, los vecinos de Olavarría lo que están diciendo hoy es: déjense de invertir para una determinada clase social, que vive en el microcentro, y que se empiece a repartir el dinero entre quienes más necesitan, quienes más sufren. Y esto tiene que ver con mejorar la calidad de vida del habitante de Olavarría.

–¿Están cansados los vecinos de Olavarría de la gestión de Ezequiel Galli?

Yo te diría que sí. Yo creo que si nosotros hacemos bien las cosas, si el peronismo se organiza, se junta, vamos a tener un nuevo gobierno en Olavarría para 2023.
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