Quiebra y desolación: otra empresa tradicional apaga sus máquinas después de 70 años

La Justicia decretó la quiebra de La Suipachense tras un largo conflicto gremial. Cierra su planta y más de 140 familias pierden su fuente de ingreso.

Política12 de noviembre de 2025Juan Manuel VillarrealJuan Manuel Villarreal
La Suipachense 2
140 empleados quedaron sin trabajo tras un largo conflicto gremial

El Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes declaró la quiebra de Lácteos Conosur S.A., la firma que operaba bajo la marca La Suipachense, una de las empresas más reconocidas del sector lácteo bonaerense. El fallo judicial dispuso la liquidación del patrimonio, la inhabilitación definitiva de la compañía y la clausura total del establecimiento industrial ubicado en la localidad de Suipacha.

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Con la medida, 140 trabajadores perderán su empleo luego de tres meses de paralización productiva y un extenso conflicto gremial que mantuvo a la planta sin actividad desde septiembre.

El cierre de una empresa emblemática

La Suipachense fue fundada hace más de siete décadas como un emprendimiento familiar y llegó a procesar más de 250.000 litros diarios de leche. En los últimos años, sin embargo, la empresa atravesó una profunda crisis financiera y laboral que se agravó tras el ingreso de nuevos administradores vinculados al grupo venezolano Maralac, el mismo que controlaba a Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), otra firma del rubro que también fue declarada en quiebra a comienzos de noviembre.

La resolución judicial, firmada por el juez del caso, ordenó además la inhabilitación comercial por un año del empresario Jorge Luis Borges León, actual administrador de la firma, quien deberá solicitar autorización expresa para salir del país y entregar las llaves y accesos digitales del predio a la sindicatura.

Un conflicto que se extendió por meses

La crisis en La Suipachense tuvo su punto de quiebre a principios de septiembre, cuando la dirección despidió a nueve empleados administrativos y amenazó con más cesantías, lo que derivó en protestas y cortes de ruta en Suipacha y en la vecina Chivilcoy.

Desde entonces, los trabajadores mantuvieron un acampe permanente frente a la planta, reclamando la intervención judicial y una salida que garantizara los puestos de trabajo. Sin embargo, la situación se agravó cuando la empresa no presentó el plan de reactivación solicitado por la Justicia a fines de octubre.

La Suipachense

El pedido formal de quiebra fue realizado el 27 de ese mes por el abogado Julián Coronel, representante de una de las principales acreedoras, la empresa Watt’s, y allegado al gremio lechero Atilra. En su presentación, Coronel advirtió sobre la “delicada y grave situación de los trabajadores y la imposibilidad de retomar la producción”, lo que terminó por sellar el destino de la compañía.

Otro golpe al sector lácteo: el antecedente de ARSA

El caso de La Suipachense no es aislado. La semana pasada, la Justicia también decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la compañía que fabricaba los tradicionales postres y yogures de SanCor, como Shimy, Sancorito y Sublime.

Esa empresa empleaba a más de 400 trabajadores entre sus plantas de Lincoln y Córdoba, y su cierre fue considerado un duro golpe para la industria láctea nacional, que enfrenta una combinación de caída del consumo, altos costos y pérdida de competitividad.

Con ambas quiebras, el sector suma más de 500 empleos perdidos en menos de un mes, reflejando el complejo escenario que atraviesan las pymes industriales ante la retracción de la demanda interna y el aumento sostenido de los costos de energía y transporte.

La mirada del sector: crisis y desconfianza

Desde el gremio de los trabajadores lácteos, Atilra, señalaron que los casos de La Suipachense y ARSA exponen una gestión empresarial deficiente, marcada por incumplimientos, atrasos salariales y decisiones erráticas que precipitaron el colapso.

En paralelo, referentes del sector advirtieron que muchas plantas pequeñas y medianas operan al límite de su rentabilidad, y reclamaron políticas específicas para reactivar la producción y sostener el empleo en un mercado cada vez más concentrado.

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El cierre de La Suipachense no solo deja a 140 familias sin trabajo, sino que también golpea la economía local de Suipacha, donde la empresa era una de las principales fuentes de empleo directo e indirecto.

¿Cuál debería ser la principal prioridad del Gobierno ahora?

Bajar la inflación

Generar empleo

Mejorar la seguridad

Aumentar salarios y jubilaciones

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